Astronomía
ANSMET, 40 años de búsqueda de meteoritos en la Antártida
Con la nueva campaña de búsqueda de meteoritos en la Antártida, dentro del programa ANSMET, se cumplen 40 años de esta clase de labor en dicho programa.
La misión del programa ANSMET es encontrar y recoger meteoritos en la Antártida. Aunque los meteoritos caen de forma aleatoria sobre toda la Tierra, la Antártida es el sitio principal para encontrarlos porque son más fácilmente visibles contra la blancura del hielo antártico. Los meteoritos son enviados al Centro Espacial Johnson de la NASA y al Instituto Smithsoniano para su caracterización inicial, conservación y distribución a científicos para su análisis detallado.
Este año marca el 40 aniversario del ANSMET (llamado así por las siglas en inglés de ANtartic Search for METeorites). Durante estos cuatro decenios de labor, casi cada año se ha enviado una expedición a la Antártida para buscar meteoritos. Más de 200 personas han participado en el programa desde su inicio, incluyendo seis astronautas de la NASA.
La iniciativa ha permitido que un amplio sector de la comunidad científica participe, y también que se conozca mejor la importancia de la ciencia meteorítica, algo, esto último, que sin el programa no hubiera alcanzado tanta popularidad.
![[Img #31850]](upload/img/periodico/img_31850.jpg)
Lanza, en la cima del Hvannadalshnjúkur, la montaña más alta de Islandia. La aventura le sirvió para practicar técnicas de desplazamiento por glaciares parecidas a las necesarias para el trabajo de campo antártico. (Foto: Cortesía del LANL)
“Estos meteoritos pueden ayudarnos a comprender la formación y evolución de nuestro sistema solar”, subraya Nina Lanza, del grupo de Teledetección y Espacio del Laboratorio Nacional estadounidense de Los Álamos (LANL) y que forma parte del equipo de ocho científicos seleccionados para la campaña 2015-2016 del programa. “Proceden de planetas, sus lunas y asteroides, y pocos de estos cuerpos del sistema solar serán visitados por la NASA durante nuestra vida, y esta es una oportunidad soberbia para recoger material de todo el sistema solar sin tener que salir de la Tierra”.
Nina Lanza es también miembro del equipo del instrumento ChemCam del robot marciano Curiosity. Lanza siente un vivo interés por desentrañar los misterios de la historia del agua en la superficie de Marte. Usando datos del espectrómetro ChemCam, ella y su equipo descubrieron minerales ricos en manganeso que solo pudieron formarse con copiosas cantidades de agua y oxígeno, dos ingredientes esenciales para la vida.
Lanza tiene además experiencia como montañista en regiones gélidas, y ha hecho cosas como escalar a la cima más alta de Islandia.



