Neurología
Menor incidencia de daños cognitivos tras un derrame cerebral en personas bilingües
Los pacientes bilingües analizados en una reciente investigación tenían el doble de probabilidades que aquellos que hablaban una sola lengua, de tener funciones cognitivas normales después de un derrame cerebral, según los resultados de un estudio publicado por la revista académica Stroke de la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón).
En investigaciones previas, ya se encontró que el bilingüismo puede retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer. Pero existían dudas sobre si también podría tener efectos beneficiosos frente a otros daños mentales.
Estas dudas puede que comiencen a resolverse a partir de esta nueva investigación. En ella, el equipo del Dr. Subhash Kaul y la Dra. Suvarna Alladi, del Instituto Nizam de Ciencias Médicas (NIMS) en Hyderabad, India, revisó los historiales clínicos de 608 pacientes en el registro de derrames cerebrales del NIMS pertenecientes al período de 2006 a 2013. Más de la mitad de los pacientes eran bilingües, un rasgo definido en el estudio como hablar dos o más lenguas. Para asegurar que los resultados no eran debidos a que las personas bilingües tuvieran un estilo de vida más sano, los investigadores tuvieron en cuenta otros factores, como el hábito de fumar, la presión sanguínea alta, padecer diabetes y tener una edad avanzada. Estos son los principales hallazgos del estudio:
Aproximadamente el 40 por ciento de los pacientes bilingües tenía funciones cognitivas normales después de un derrame cerebral, mientras que el porcentaje era de solo el 20 por ciento en quienes solo conocían un lenguaje.
En las pruebas cognitivas que medían la atención y la capacidad de obtener y organizar información, y que se llevaron a cabo tras el derrame, los bilingües tuvieron un mejor rendimiento.
Sorprendentemente, no hubo diferencia entre los bilingües y aquellos que solo hablaban una lengua, en cuanto a la probabilidad de experimentar afasia, un trastorno que puede causar dificultades en el habla, la lectura y la escritura, después de un derrame cerebral.