Neurología
La reorganización del cerebro ejecutada por el LSD
Se sabe que el LSD provoca cambios en la conciencia, incluyendo la “disolución del ego”, o pérdida del sentido de identidad. A pesar de disponer de un conocimiento detallado de la acción del LSD sobre receptores de serotonina específicos, no se entendía cómo estos efectos farmacológicos pueden traducirse en una repercusión tan profunda sobre la conciencia.
Un nuevo estudio, presentado en la reunión anual del American College de Neuropsicofarmacología en Hollywood, Florida, Estados Unidos, proporciona pruebas que muestran que el LSD reduce la conectividad dentro de las redes cerebrales, o el grado en que las células nerviosas o neuronas dentro de una red disparan en sincronía sus señales. El LSD también parece reducir el grado en que redes cerebrales separadas mantienen diferencias en sus patrones o sincronización de disparo. En general, el LSD interfiere con los patrones de activación en las diferentes redes cerebrales subyacentes en el pensamiento y el comportamiento humanos.
En este nuevo estudio, el Dr. Robin Carhart-Harris y sus colegas del Imperial College de Londres en el Reino Unido realizaron escaneos cerebrales secuenciales de 20 voluntarios sanos a lo largo de 6 horas, usando visualización por resonancia magnética funcional (fMRI), que cartografía la actividad del cerebro detectando los cambios en el flujo sanguíneo, y magnetoencefalografía (MEG), una técnica que visualiza la función cerebral registrando los campos magnéticos producidos por las corrientes eléctricas que circulan por el cerebro.
Usando fMRI, los investigadores han mostrado que el LSD lleva a un estado cerebral más caótico, no muy diferente al que se observa en la fase prodrómica de la psicosis. Específicamente, en los experimentos se vio que las neuronas que debían disparar juntas dentro de una red se desincronizaron, mientras que las redes que normalmente son distintas empezaron a solaparse unas con otras en cuanto a sus patrones de conectividad.
El equipo del Dr. Carhart-Harris también halló incrementos en el flujo sanguíneo en la corteza visual en la parte trasera del cerebro, lo cual podría explicar las alucinaciones visuales y distorsiones de percepción tan habituales en la intoxicación por LSD.
La MEG mostró asimismo un cambio en las oscilaciones naturales del cerebro, específicamente una reducción en las ondas alfa que circulan por él. Los cambios vistos con la técnica MEG estaban altamente correlacionados con alucinaciones visuales, lo que sugiere que, bajo la influencia del LSD, el sistema visual se ve más conectado al mundo interior que al exterior.