Astronáutica
Ensayando las prestaciones de un enjambre de satélites diminutos
En el marco de la misión Nodes de la NASA, dos pequeños satélites del tipo CubeSat fueron transportados días atrás hasta la Estación Espacial Internacional, durante la cuarta misión de carga de la empresa Orbital ATK.
Los satélites disfrutarán de una estancia a bordo de la estación de entre dos y tres meses aproximadamente, hasta que sean desplegados en una órbita terrestre baja, a principios de 2016.
La misión Nodes, que consta de dos CubeSats de unos 2 kilogramos de peso cada uno y 10 por 10 por 16 cm de lado, ensayarán nuevas funcionalidades de interconexión para las operaciones de enjambres de mininaves espaciales en el futuro.
El propósito de la demostración de los Nodes es ensayar el potencial de usar múltiples satélites pequeños y de bajo coste para llevar a cabo misiones científicas complejas.
Como primicia en cuanto a satélites pequeños, Nodes demostrará la habilidad de recibir y distribuir órdenes en el espacio desde tierra, además de intercambiar periódicamente datos científicos desde sus instrumentos de análisis de radiación instalados a bordo. Los satélites podrán configurar su red de datos de forma autónoma, determinando qué vehículo es más apropiado para comunicar con tierra cada día de la misión.
Tras su despliegue desde la estación, el sensor de radiación EPISEM (Energetic Particle Integrating Space Environment Monitor) a bordo de cada satélite Nodes recogerá datos sobre las partículas cargadas en el entorno, a una altitud de unos 400 km sobre la Tierra. Los instrumentos EPISEM fueron suministrados bajo contrato por la Universidad Estatal de Montana en Estados Unidos. Los satélites Nodes demostrarán sus capacidades de interconexión a través de la comunicación de datos entre sí y con la Tierra. La Universidad de Santa Clara en California, Estados Unidos, se ocupará de las operaciones en tierra.
Los Nodes son una continuación de la serie Phonesat de satélites pequeños, al usar tecnología de smartphones Android desarrollada para usos domésticos pero reforzada con software adicional, hecho a la medida, que permite a los satélites asumir las funciones de un vehículo espacial.
Los enjambres interconectados de pequeños satélites abrirán nuevos horizontes para la astronomía, la observación de la Tierra y la física solar. Su abanico de aplicaciones incluye misiones científicas con varios satélites, la formación de radares de apertura sintética para sistemas de teledetección de la Tierra, así como de observatorios de gran apertura para telescopios de próxima generación. También pueden servir para hacer mediciones científicas en amplios sectores del espacio y durante largos periodos, para estudiar la superficie de la Tierra, la magnetosfera terrestre, el campo gravitatorio, y las interacciones Tierra-Sol.