Ingeniería
La vulnerabilidad a ciberataques de la infraestructura de distribución de electricidad de una nación
En nuestra sociedad moderna dependemos muchísimo de la electricidad. Un apagón eléctrico generalizado en un país dejaría a este paralizado en infinidad de cuestiones vitales.
En Estados Unidos también existe esta preocupación. En dicha nación, la infraestructura eléctrica es propiedad o está operada por unas 3.200 organizaciones diferentes. La naturaleza ampliamente dispersa de la red eléctrica y de los sistemas de control asociados en esta nación tiene una serie de ventajas, incluyendo un riesgo menor de que un único accidente o ataque pueda crear un fallo generalizado que precise semanas para su restablecimiento. Desde finales de los años 90, sin embargo, presiones económicas han dado pie a la integración de tecnologías convencionales de la información en dichos sistemas industriales de control independientes, resultando en una red que es cada vez más vulnerable a un ciberataque, ya sea a través de conexión directa a internet o a sistemas de información de las compañías de suministro eléctrico.
Aunque las compañías eléctricas se hallan cada vez más concienciadas sobre sus necesidades de ciberdefensa, el proceso de identificar, adquirir e instalar tecnologías comerciales defensivas a lo largo y ancho de la industria podría llevar muchos años. En un esfuerzo por afrontar las ciberamenazas a la red eléctrica del país en un plazo de tiempo más corto, la DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa, dependiente del Departamento de Defensa de Estados Unidos) ha presentado públicamente sus planes de investigación y desarrollo para la detección temprana de ciberataques contra la infraestructura de la red eléctrica y para buscar formas de reducir el tiempo necesario para restablecer el suministro de energía.
![[Img #32956]](upload/img/periodico/img_32956.jpg)
“Si se produjese hoy en día un ciberataque bien coordinado contra la red eléctrica de la nación, el tiempo necesario para restablecer la energía supondría un abrumador reto para la seguridad nacional”, confiesa John Everett, director del programa en la DARPA. “Más allá de los graves impactos domésticos, incluyendo costes económicos y humanos, una alteración prolongada de la red eléctrica obstaculizaría la movilización y la logística militares, dañando la capacidad del gobierno para desplegar fuerzas o perseguir soluciones en crisis internacionales”.
El objetivo final de la iniciativa puesta en marcha por la DARPA, el proyecto conocido como RADICS (por las siglas en inglés de Rapid Attack Detection, Isolation and Characterization Systems), es desarrollar sistemas automáticos que ayudarían a los especialistas en defensa contra ciberataques así como a las compañías eléctricas a restaurar el suministro de energía antes de transcurridos siete días desde un ataque que superase las capacidades convencionales de recuperación de los proveedores de electricidad.



