Computación
Millones de dólares robados mediante el cibercrimen
Los ciberladrones que roban números de tarjetas de crédito y de débito están ganando millones de dólares, lo cual alimenta una actividad criminal global marcada por brechas de seguridad en el almacenamiento que compañías importantes hacen de datos secretos.
El criminólogo Thomas Holt, profesor en la Universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos, e investigador principal en uno de los primeros estudios científicos para estimar los beneficios económicos del cibercrimen, sostiene que lo descubierto debería ser una llamada de atención tanto para consumidores como para responsables de la dirección de cuerpos policiales.
“En los últimos dos años ha habido cientos de violaciones de datos que han involucrado información de clientes, algunas muy serias, como la de Target en 2013”, explica Holt. "Está ocurriendo tan a menudo que los consumidores normales están ya adoptando la actitud de ‘Bueno, si me ocurre mi banco me dará otra tarjeta, no es un problema’. Pero es algo más que una molestia o una inconveniencia. Es un fenómeno económico real que tiene un impacto y unas consecuencias económicas reales”.
Holt y sus colegas analizaron foros online en inglés y en ruso donde los delincuentes venden la información personal y financiera robada, a menudo en lotes de 50 o 100. Los compradores intentan entonces acceder a las cuentas bancarias de las víctimas o comprar bienes y servicios con las tarjetas robadas.
Como promedio, un lote de 50 tarjetas robadas de crédito o de débito puede producir para un vendedor una ganancia de entre 250.000 y 1 millón de dólares.
Los compradores, a su vez, asumen más riesgo (dado que podrían ser atrapados intentando usar las tarjetas), pero también esperan ganar más. Como media, el citado lote podría proporcionar al comprador entre 2 millones (si solo el 25 por ciento de las tarjetas aun funcionan) y casi 8 millones de dólares (si todas funcionan).
En la investigación también han trabajado Olga Smirnova, de la Universidad de Carolina del Este, y Yi Ting Chua, de la Universidad Estatal de Michigan, ambas en Estados Unidos.