Astronáutica
El robot Opportunity ha llegado al terreno más peligroso de sus 12 años de exploración en Marte
El robot marciano Opportunity de la NASA está trabajando eficientemente en algunas zonas del terreno más complicado por el que ha circulado en sus 12 años de estancia en Marte: una pendiente de unos 30 grados.
Los investigadores lo están usando este mes para examinar rocas que pudieron ser alteradas químicamente por el agua hace algunos miles de millones de años. La atención se centra en franjas de tonalidad inusual, que los investigadores llaman “zonas rojas”, y que contrastan con la del lecho de roca que las acompaña.
Esas franjas pétreas extrañas se hallan en el sitio conocido como Knudsen Ridge, sobre el flanco sur de la zona denominada Marathon Valley, que corta a través del borde occidental del cráter Endeavour.
El equipo de Steve Squyres, de la Universidad Cornell, en Ithaca, Nueva York, e investigador principal de la misión, espera aprovechar la empinada topografía que ofrece Marte en Knudsen Ridge para conseguir la mejor muestra del material de las franjas rojas.
El material de la zona roja se desmorona fácilmente. En puntos del Marathon Valley donde el Opportunity ya echó un vistazo de cerca, los trocitos rojizos se encuentran mezclados con otros materiales sueltos que se acumulan en los lugares inferiores. Una exposición más pura del material de las franjas rojas, como algunas de las que se aprecian en lo alto de la cuesta, proporcionaría un mejor objetivo para el espectrómetro del brazo del Opportunity, que desvela la composición química de rocas y tierra.
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Esta panorámica la ha captado el Opportunity mirando hacia arriba, en Knudsen Ridge, en el borde sur de Marathon Valley, desde el interior del valle. La panorámica combina múltiples imágenes tomadas con la cámara Pancam del mástil del robot. (Foto: NASA/JPL-Caltech/Cornell Univ./Arizona State Univ.)
Desde que el Opportunity empezó su peligroso ascenso por Knudsen Ridge, sus ruedas han resbalado menos del 20 por ciento del trayecto total medido por el giro de las ruedas, todo un éxito si se tiene en cuenta que ha estado subiendo por pendientes tan pronunciadas como de 30 grados, las mayores que el robot ha recorrido desde su primer año en Marte, en 2004.



