Arqueología
Detección por satélite de pecios en aguas costeras
Se estima que unos tres millones de pecios se hallan diseminados por los océanos del planeta. La mayoría de los accidentes marítimos tienen lugar cerca de la orilla, donde son abundantes los peligros para la navegación, como rocas, arrecifes, otros objetos sumergidos y un excesivo tráfico de embarcaciones. Si bien existe una asociación romántica entre los pecios y los tesoros hundidos, es deseable conocer dónde se hallan por muchas otras razones prácticas.
Los barcos podrían tener importancia histórica o, si el sustrato duro del navío ha creado un arrecife, importancia ecológica. Los pecios de la era moderna son también habitualmente una fuente de contaminación, al liberar en el agua combustible y metales pesados oxidados. Los pecios próximos a la orilla pueden ser peligros para la navegación en sí mismos.
Se estima que una cuarta parte de los pecios descansa en el Atlántico Norte. En el estrecho extremo sur del Mar del Norte, donde la costa inglesa se encuentra a solo 100 millas del litoral de Bélgica y Países Bajos, los pecios de la Segunda Guerra Mundial son muy abundantes. En esta área, barcos, submarinos, minas, y otros aparatos sumergibles atacaron a los cargueros que navegaban entre los países aliados y los puertos holandeses y belgas. Los impactos medioambientales potencialmente negativos de estos pecios modernos son lo bastante sustanciales como para que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa haya recomendado que sean localizados y vigilados.
Si bien se puede usar un lidar aéreo (que utiliza pulsos de luz a fin de medir la distancia) para detectar los pecios próximos a la orilla, y ecosondas multihaz y otros métodos basados en sonido en zonas lo bastante profundas para que pueda navegar un navío con ellos, el primer método precisa aguas claras y el alto coste hace inviable que se usen ambos para llevar a cabo inspecciones costeras exhaustivas.
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En esta imagen captada por un Landsat, se extienden largos penachos de sedimento desde los puntos en los que yacen los pecios de los SS Sansip y SS Samvurn. Los recuadros muestran modelos de elevación (creados con una ecosonda multihaz) de los pecios sobre el fondo marino. (Foto: NASA/USGS Landsat/Jesse Allen/NASA Earth Observatory/Matthias Baeye et al)
El equipo internacional de Matthias Baeye y Michael Fettweis, del Instituto Real Belga de Ciencias Naturales, pretende cambiar las cosas. Estos científicos han encontrado una forma de usar datos del satélite Landsat, disponibles libremente, para detectar pecios en aguas costeras con abundante sedimento.
Han encontrado que los pecios cerca de la costa pueden dejar penachos o rastros de sedimento en la superficie del mar que ayudan a revelar su posición. Usando datos del satélite Landsat-8, de la NASA y el USGS, ambas instituciones en Estados Unidos, los investigadores han detectado penachos que se extienden hasta 4 kilómetros en dirección de la corriente desde los puntos poco profundos donde se hallan los pecios. Este descubrimiento demuestra por vez primera cómo podrían usarse satélites Landsat y otros semejantes a ellos para localizar las ubicaciones exactas de los pecios costeros.



