El robot Opportunity capta en Marte un extraño remolino de polvo

Desde su posición actual en una colina, el Opportunity, un robot de la NASA para exploración de Marte, ha captado y fotografiado un llamativo remolino de polvo. Se trata de un fenómeno marciano exótico llamado Diablo de Polvo ("Dust Devil") y que solo se puede observar muy ocasionalmente, al menos en regiones de Marte como la que el Opportunity está explorando.

Como puede apreciarse en la foto, el Opportunity la tomó al mirar hacia atrás por la ruta de ascenso que había seguido en esa colina, una ruta distinguible por las marcas de sus ruedas sobre el terreno. El Diablo de Polvo giraba en el valle adyacente a la colina.

Los demonios de polvo fueron una visión bastante habitual para el robot gemelo del Opportunity, el Spirit, que llegó a Marte el mismo año (2004) que él. Se perdió el contacto con el Spirit en 2010 y desde entonces ya no se ha recibido ninguna señal más procedente de él. En cambio, los diablos de polvo han sido una visión poco habitual para el Opportunity.

Como ocurre en la Tierra con los tornados, un diablo de polvo es creado por una columna de aire caliente giratoria ascendente. Cuando la columna gira lo bastante rápido, recoge pequeños granos de polvo del suelo, haciendo visible el vórtice.

Durante el avance pendiente arriba para alcanzar la parte alta de la pequeña colina conocida como Knudsen Ridge, sobre el flanco sur de la zona denominada Marathon Valley, que corta a través del borde occidental del cráter Endeavour, la inclinación del Opportunity alcanzó los 32 grados, la mayor para cualquier robot de fabricación humana sobre Marte.

Esta inclinación se alcanzó mientras el Opportunity estaba efectuando su máxima aproximación a la meta planeada, cerca de la cima de Knudsen Ridge, en el marco de una serie de inspecciones de rocas que pudieron ser alteradas químicamente por el agua en el pasado de Marte. Llaman especialmente la atención unas franjas de tonalidad rojiza inusual, que contrastan con la del lecho de roca que las acompaña.

Los ingenieros ya contaban con que las seis ruedas de aluminio del Opportunity resbalarían bastante durante la subida, pero el deslizamiento fue mucho mayor de lo esperado. Las ruedas del robot giraron lo suficiente como para haberle llevado a hasta unos 20 metros (66 pies) de distancia, si no hubiera habido deslizamiento, pero este fue tan grande que el vehículo avanzó solo unos 9 centímetros (3,5 pulgadas). Este fue el tercer intento de alcanzar el objetivo y se quedó a unos pocos centímetros de él. El equipo del robot tomó la difícil decisión de abandonar esa meta y seguir adelante, rumbo a otros objetivos de interés.

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