Astronáutica
Lanzada la nave de carga Dragon CRS-8
El lanzamiento de la nave de carga estadounidense Dragon CRS-8 en dirección a la estación espacial internacional llamó especialmente la atención de los medios el 8 de abril, dado que, por segunda vez, la compañía SpaceX logró recuperar intacta la primera etapa de su cohete Falcon-9, en esta ocasión gracias a un aterrizaje controlado sobre una barcaza anclada en pleno océano Atlántico.
El despegue se produjo a las 20:43 UTC, desde Cabo Cañaveral. El vector Falcon-9 FT (F9-023) desempeñó de forma normal su misión, liberando la cápsula Dragon en una órbita baja preliminar. A las 11:23 UTC del 10 de abril, la nave era capturada por el brazo robótico de la estación orbital, manejado por el astronauta Tim Peake, quien la unió al complejo.
La Dragon transporta 3,5 toneladas de carga y suministros. Buena parte de todo ello está situado en la zona presurizada de la cápsula recuperable, pero el vehículo también incluye en esa cifra al módulo BEAM, de 1.400 kg, almacenado en la zona no presurizada. El BEAM (Bigelow Expandable Activity Module) es una estructura inflable que permitirá ensayar tecnologías que podrían facilitar la presencia de los astronautas en el espacio. Construido por la compañía Bigelow, será unido a uno de los puertos de la estación e inflado. Tras un período de observación, que permitirá comprobar si mantiene bien la presión interna, el espacio será visitado periódicamente por los astronautas, para recuperar datos y lecturas y evaluar su estado. Dicho tipo de módulos, mucho menos pesados que los tradicionales (y menos voluminosos durante su lanzamiento), podrían facilitar la construcción de hábitats para viajar a Marte o para situar en la superficie de la Luna o el Planeta Rojo. Está prevista la instalación del BEAM 5 días después de su llegada, y su inflado a finales de mayo. Una vez con su tamaño definitivo, la estructura medirá unos 3 metros de ancho por 4 metros de largo. Se espera que su misión dure unos dos años, durante la cual se evaluarán aspectos como su resistencia a la radiación, los impactos de micrometeoritos o la contaminación.
La misión de la Dragon incluye asimismo experimentos biomédicos, de ciencias de los materiales en microgravedad, etc. Una vez descargada, y cargada de nuevo con elementos útiles a recuperar, la nave regresará a la Tierra el 11 de mayo, amerizando en el océano Pacífico.
Especial interés despertó la recuperación de la primera etapa del cohete lanzador. Tras separarse de la segunda etapa, el vehículo efectuó una larga parábola sobre el Atlántico y se dirigió hacia un punto de aterrizaje designado, sobre una barcaza sin tripulación, situada en la posición 30,50 grados Norte, 78,40 grados Oeste. Tras el descenso balístico, encendió una parte de su sistema de propulsión para frenar durante los últimos metros, abriendo su tren de aterrizaje y posándose con toda normalidad sobre la plataforma. La compañía SpaceX tiene la intención de reutilizar estas etapas, reduciendo así el coste de futuras misiones espaciales. Ninguno de los intentos de recuperación anteriores tuvo éxito, excepto uno que se efectuó en tierra firme.