Entomología
Las polillas urbanas están aprendiendo a evitar la luz
Algunos insectos se sienten atraídos por la luz, mientras que otros la evitan. Es bien conocida la atracción que ejerce la luz sobre las polillas. Las farolas de las calles y otras fuentes artificiales de luz se convierten a menudo en trampas mortales para los insectos nocturnos como ellas. O mueren a través de quemaduras directas o por su mayor exposición a depredadores. La mortalidad de los insectos urbanos puede ser entonces entre 40 y 100 veces superior a la de las poblaciones rurales.
Un nuevo estudio muestra ahora que en algunas regiones las polillas urbanas han aprendido a evitar la luz.
Bajo la suposición de que la selección natural favorecería a las polillas con menos propensión a volar hacia la luz en áreas urbanas, Florian Altermatt, de la Universidad de Zúrich, y Dieter Ebert, de la de Basilea, ambas en Suiza, examinaron a la polilla Yponomeuta cagnagella. Para el experimento recogieron larvas en la región de Basilea, en áreas con baja polución lumínica, y en áreas donde esta es grande.
Los investigadores analizaron después la tendencia a volar hacia la luz de 1.050 polillas adultas en el laboratorio. Los resultados muestran que las polillas de poblaciones que han estado expuestas a una elevada contaminación lumínica a lo largo de generaciones, tienen una propensión notablemente menor a moverse hacia fuentes de luz que los individuos de áreas con baja polución.
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Los resultados del estudio sugieren que la selección natural ha cambiado el comportamiento de los animales. La propensión a volar hacia la luz es una desventaja para las polillas en áreas de polución lumínica. Así que las polillas adaptadas la evitan y por tanto tienden a vivir más, lo cual promueve su actividad reproductiva, engendrando así más descendientes que las polillas que mueren antes por acudir a la luz.



