Biología
Cerebros más grandes llevaron a cuerpos más grandes en nuestros ancestros
Los orígenes de la especie humana están perlados de misterios y de controversia. Un nuevo estudio aporta ahora más polémica al debate. Sus resultados sugieren que los humanos del pasado se convirtieron en los animales de cuerpo y cerebro grandes que somos hoy debido a la selección natural, que propició el incremento del tamaño cerebral, y que eso a su vez condujo al aumento de la corpulencia.
La investigación llevada a cabo por Mark Grabowski, del Museo Americano de Historia Natural en la ciudad estadounidense de Nueva York, contradice modelos previos que tratan el tamaño del cerebro y el del cuerpo como rasgos independientes que responden a presiones evolutivas separadas. En cambio, el nuevo estudio muestra que ambos tamaños están vinculados genéticamente y que toda selección que promueva un aumento del tamaño del cerebro "arrastrará" a su vez un aumento del tamaño del cuerpo. Este fenómeno jugó un papel decisivo en los incrementos de tamaño del cerebro y del cuerpo a lo largo de la evolución humana y podría haber sido el único responsable de ambos aumentos, acaecidos mayormente en la época en que se originó nuestro género, el Homo.
En otras palabras, si bien existen muchas ideas científicas que explican por qué sería beneficioso para los humanos primitivos desarrollar cuerpos más grandes con el paso del tiempo, el nuevo trabajo sugiere que esas hipótesis podrían ser innecesarias; en su lugar, el tamaño corporal aumentaría como una mera consecuencia del incremento en el tamaño del cerebro.
![[Img #35359]](upload/img/periodico/img_35359.jpg)
La nueva investigación muestra que una fuerte selección natural favoreciendo el incremento del tamaño cerebral bastó para promover los aumentos de tamaño tanto del cerebro como del cuerpo a lo largo de la evolución humana. Este fenómeno podría también haber sido el único responsable del gran incremento de ambos tamaños que sucedió durante la transición desde los antepasados humanos como el Australopiteco, un modelo del cual vemos aquí en el Museo Americano de Historia Natural, hasta el Homo erectus. (Foto: © AMNH/R. Mickens)
Aunque la selección natural jugó sin duda un papel importante al refinar los cambios físicos que surgieron como consecuencia de la aparición de tamaños corporales más grandes, las conclusiones a las que ha llegado Grabowski sugieren que no fue el motor de cambio subyacente en la evolución del tamaño corporal en nuestro linaje. Si Grabowski está en lo cierto, será necesario reconsiderar los modelos evolutivos para los orígenes del Homo basados en un incremento adaptativo del tamaño del cuerpo.



