Biología
Genes que en las circunstancias adecuadas promueven la longevidad
Se ha descubierto cómo un gen en el sistema cerebral de la dopamina puede desempeñar un papel importante en la prolongación de la esperanza de vida: debe estar emparejado con un entorno saludable que incluya ejercicio físico.
El equipo de Panayotis (Peter) K. Thanos, de la Universidad en Buffalo (Universidad Estatal de Nueva York) en Estados Unidos, estudió los genes en el sistema de la dopamina para valorar su impacto en la esperanza de vida y el comportamiento en ratones. La dopamina es un neurotransmisor que ayuda a controlar los centros cerebrales de recompensa y placer y que ayuda a regular la movilidad física y la respuesta emocional.
Los investigadores hallaron que el gen del receptor D2 de la dopamina (D2R) influye notablemente en la esperanza de vida, la actividad locomotora y el peso corporal, pero solo cuando se combina con un entorno enriquecido, que incluya interacción social, estimulación sensorial y cognitiva y, de manera esencial, ejercicio físico.
Los ratones en el entorno enriquecido vivieron de un 16 a un 22 por ciento más que aquellos en uno desfavorecido, dependiendo del nivel de expresión del D2R.
Estos resultados proporcionan la primera evidencia de que la interacción entre el entorno y el gen D2R ejerce un papel importante en la longevidad y el envejecimiento. La dicotomía en relación a genes y entorno ha supuesto un debate largo y arduo a la hora de descifrar las diferencias individuales en la longevidad. Ciertamente, existe una interacción compleja entre los dos que contribuye a las diferencias, como sugieren ahora los resultados de la nueva investigación.
Las futuras investigaciones que exploren esta interacción genético-medioambiental deberían llevarnos a un conocimiento más profundo de la misma, con el que debería ser posible hacer predicciones más fiables sobre los beneficios potenciales de salud y longevidad que pueden aportar entornos específicos, incluyendo los que promueven el ejercicio físico.



