Astronáutica
La travesía del robot Curiosity por la meseta de Naukluft
El robot Curiosity de la NASA casi ha finalizado su travesía a lo largo de un tramo del territorio más accidentado y difícil de recorrer de entre todos por los que ha circulado durante sus 44 meses de misión en Marte.
El robot ascendió por la meseta de Naukluft después de pasar varias semanas investigando dunas de arena. El lecho de roca de arenisca de la meseta ha sido tallado durante eones por la erosión del viento, produciendo crestas y protuberancias. Tras recorrer un trecho de unos 400 metros hacia el oeste, el Curiosity está acercándose a una zona con superficies más lisas y en la que hay, más arriba, capas geológicas de interés científico.
La rugosidad del terreno en la meseta despertó la preocupación de si circular sobre él podría ser especialmente dañino para las ruedas del Curiosity, como lo fue otro que atravesó el robot antes de alcanzar la base del Monte Sharp. En 2013 se hicieron patentes varios agujeros y desgarros en las ruedas de aluminio del vehículo, lo que hizo revisar cómo estaba siendo evaluado el terreno y también mejorar cómo se planean los viajes. Unas pruebas exhaustivas en tierra proporcionaron información sobre la longevidad de las ruedas.
La inspección de las ruedas después de atravesar la mayor parte de la meseta de Naukluft ha indicado que, si bien el terreno acarreó una serie de retos para la circulación, viajar a través de él no aceleró el desgaste de las ruedas.
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La próxima parte de la ruta del robot le llevará de nuevo a un tipo de superficie, ya examinada previamente, hecha de una especie de arcilla que fue depositada en el pasado en un lago.



