Antropología
La historia genética de las poblaciones humanas en la Era Glacial
Unos análisis recientes del ADN de unos humanos prehistóricos pintan el retrato de un cambio drástico acaecido en la población de Europa hace entre 45.000 y 7.000 años.
Los nuevos datos genéticos obtenidos por el equipo internacional de David Reichled, del Instituto Médico Howard Hughes en Estados Unidos, revelan dos grandes cambios en las poblaciones prehistóricas humanas que están vinculados muy de cerca al fin de la última Era Glacial, hace alrededor de 19.000 años. A medida que la capa de hielo se retiraba, Europa era repoblada por humanos prehistóricos del sudoeste de Europa (esencialmente de lo que hoy es España). Después, en un segundo evento de repoblación hace 14.000 años, las poblaciones del sudeste (Turquía y Grecia) se extendieron hacia Europa, desplazando al primer grupo de humanos.
Los estudios arqueológicos han mostrado que los humanos anatómicamente modernos se extendieron por Europa hace unos 45.000 años y causaron el declive de los neandertales, lo que resulta claro por la desaparición de herramientas de fabricación típicamente neandertal en el registro arqueológico. Los investigadores también sabían que durante la Era Glacial, un largo período de tiempo que finalizó hace unos 12.000 años, y que alcanzó su máxima intensidad hace entre 25.000 y 19.000 años, los glaciares cubrían Escandinavia y el norte de Europa hasta el norte de Francia. A medida que las capas de hielo se fueron retirando, a partir de hace 19.000 años, los humanos prehistóricos volvieron a extenderse por el norte de Europa.
Los datos genéticos muestran que, desde hace 37.000 años, la procedencia de todos los europeos deriva de una única población fundadora que persistió a lo largo de la Era Glacial. La población fundadora posee algunas ramas profundamente establecidas en diferentes partes de Europa, una de las cuales está representada por un espécimen procedente de Bélgica. Esta rama parece que fue desplazada en la mayor parte de Europa hace 33.000 años, pero hace unos 19.000 años, una población relacionada con ella se reexpandió a lo largo del continente. Sobre la base de una muestra previa en la que se observa este linaje, es plausible que esta población se expandiera desde el territorio que hoy es España, después del periodo álgido de la Era Glacial.
Tres cráneos de unos 31.000 años de la República Checa. Durante los siguientes cinco mil años, todas las muestras analizadas en este estudio, ya fueran de Bélgica, la República Checa, Austria o Italia, están muy relacionadas entre sí, lo que refleja una expansión de la población asociada con una cultura arqueológica gravetiense. (Foto: Martin Frouz y Jiri Svoboda)
El segundo evento detectado por los investigadores sucedió hace 14.000 años. En él se aprecia un nuevo cambio en la población en Europa, y esta vez parece proceder del este, no del oeste. Se observa una genética muy distinta extendiéndose por Europa, desplazando a la gente del sudoeste que estaba ahí antes. Estas personas permanecieron durante muchos miles de años, hasta la llegada de la agricultura.
Los investigadores también detectaron algo de mezcla con los neandertales, hace alrededor de 45.000 años, cuando los humanos anatómicamente modernos se extendieron por Europa. Las poblaciones prehistóricas de estos humanos poseían entre un 3 y un 6 por ciento de ADN neandertal, pero hoy en día la mayoría de los humanos solo tenemos aproximadamente un 2 por ciento.