Ingeniería
Células solares baratas y sin toxicidad para hacer realidad los edificios autoabastecidos energéticamente
De entre las células solares flexibles sin toxicidad y baratas de fabricar, la más eficiente del mundo acaba de ser presentada por el equipo de la investigadora Xiaojing Hao, del Centro Australiano de Tecnología Fotovoltaica Avanzada, en la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia (UNSW).
Durante años, la idea de los edificios capaces de generar tanta energía como la que consumen, ha sido difícil de llevar a la práctica. Dos han sido los principales obstáculos: el coste de las células solares de película delgada (utilizables en fachadas, tejados y ventanas), y el hecho de que están fabricadas de materiales escasos y altamente tóxicos.
Esto está a punto de cambiar gracias al avance tecnológico conseguido por el equipo de Hao, que ha alcanzado con su sueva célula una eficiencia del 7,6 por ciento, superior a la alcanzada por sus competidoras de película delgada.
Las células solares usadas por el equipo de Hao, del tipo conocido comúnmente como CZTS (por las siglas en inglés de sus elementos componentes) están hechas de materiales abundantes: cobre, zinc, estaño y azufre. Y las CZTS no tienen ninguno de los problemas de toxicidad de sus dos rivales de película delgada, conocidas como CdTe (hechas a base de telururo de cadmio) y CIGS (hechas a base de seleniuro de cobre-indio-galio). El cadmio y el selenio son tóxicos incluso en dosis pequeñas, mientras que el telurio y el indio son extremadamente escasos.
Este es el primer paso en el camino de las CZTS hacia una eficiencia más allá del 20 por ciento, y supone un hito en su proceso de transición desde el laboratorio hasta el producto comercial, tal como señala Hao.
Dado que, en comparación con otras células solares de película delgada, las CZTS son más baratas y resulta también más fácil su paso desde el laboratorio al mercado, es probable que veamos aplicaciones para ellas antes que para otras clases de células solares. La UNSW está colaborando con varias empresas importantes interesadas en desarrollar aplicaciones para estas células solares mucho antes de que se alcance la eficiencia del 20 por ciento, probablemente, según estima Hao, en unos pocos años.