Sociología
La caza de brujas en Inglaterra durante el siglo XVII tuvo en Yorkshire su lugar de máxima paranoia
Una nueva investigación indica que hubo una mayor propensión en Yorkshire que en otras regiones inglesas a creer en la existencia de grupos organizados de brujas.
En Inglaterra en general hubo 2.000 comparecencias por brujería entre 1560 y 1706. Pero muchas de las personas acusadas fueron absueltas y solo 300 fueron ejecutadas, lo que significa que el país escapó en buena parte del delirio de la cacería de brujas que tuvo lugar en otras partes de Europa.
Las creencias no solo variaban de un país a otro, sino también de zona en zona dentro de un mismo país, según la autora del estudio, Amelia Sceats, de la Universidad de Huddersfield en el Reino Unido.
Ella ha descubierto que en Yorkshire había una mayor propensión que en otras regiones a creer en la existencia de grupos organizados de brujas (que podían, por ejemplo, reunirse en aquelarres).
Por ejemplo, analizó un libro de 1621 titulado “Demonología”, escrito por Edward Fairfax, quien vivió en Knaresborough, una localidad de Yorkshire. Era un caballero muy cultivado… pero creía en brujas y en que un grupo de seis mujeres había embrujado a sus hijas.
Esto muestra, tal como indica Sceats, que Fairfax creía en grupos organizados de brujas, una idea que no era tan común en el resto de Inglaterra.
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Las mujeres acusadas por Fairfax y sus hijas fueron absueltas en los tribunales de York, y “Demonología” fue la respuesta indignada. Fairfax creía que había sido tratado injustamente y que la “dureza de corazón” hizo que los jueces no creyeran a sus hijas.
Repitió sus acusaciones de brujería en el libro y por ello pudo haber sido denunciado por difamación. Sceats descubrió que entre 1600 y 1700 una cantidad sustancial de personas en Yorkshire reclamaron una compensación por la pérdida de su reputación tras haber sido acusadas de brujería.
Algunas veces esas acusaciones fueron hechas con intenciones fraudulentas. Por ejemplo, los propietarios podían utilizar la brujería como excusa para desahuciar a sus arrendatarios. En estos casos, los terratenientes de Yorkshire podían usar los tribunales a su favor al acusar a aquellos con un estatus inferior.
Sin embargo, bastante gente conocía muy bien esta táctica y en Yorkshire hubo muchos ejemplos de peticiones de apoyo en favor de los acusados.



