Robótica
Protocolos para facilitar la colaboración espontánea entre robots
En ocasiones todo lo que se necesita para conseguir ayuda de una persona es hacerle una señal. Ahora podemos decir lo mismo de los robots. Unos investigadores han completado un trabajo fundamental en un proyecto de la Unión Europea dirigido a permitir que los robots cooperen entre sí en tareas complejas, usando el lenguaje corporal. Esto puede resultar vital para robots que no puedan comunicarse de otro modo, como suele ocurrir si son de fabricantes distintos o de diseños muy diferentes.
El equipo de Dimos Dimarogonas, del Instituto Real sueco de Tecnología, y coordinador de proyecto para RECONFIG, ha trabajado en el desarrollo de protocolos que posibilitan que los robots se pidan ayuda entre sí y que se den cuenta de cuándo otros necesitan asistencia, cambiando de esta forma sus planes.
Con los nuevos protocolos, los robots pueden hacer una pausa en lo que estén haciendo y dirigirse a ayudar a otro robot que haya pedido su colaboración. Esto facilitará que los robots sean más dinámicos y con una conducta más flexible, actuando de forma mucho más parecida al modo en que lo hacemos los humanos. Los robots capaces de ejecutar los nuevos protocolos podrán hacer frente constantemente a nuevas elecciones y serán lo bastante competentes como para tomar decisiones por su cuenta en las cuestiones sobre las que puedan decidir.
![[Img #36940]](upload/img/periodico/img_36940.jpg)
Ejemplo de uso de dos robots preexistentes muy distintos para demostrar cómo puede cada uno captar las señales del otro pidiendo ayuda, y decidir hacer una pausa en la tarea propia para poder "echarle una mano" al otro robot. (Foto: Peter Larsson / Instituto Real sueco de Tecnología)
A medida que las máquinas autónomas adoptan más responsabilidades, aumentan sus probabilidades de toparse con una tarea que resulte excesiva para un solo robot. El trabajo compartido podría limitarse a cosas como aportar una mano o apéndice extras para levantar o transportar algo, o mantener a un objeto inmovilizado mientras el otro robot lo manipula, pero el concepto, tal como indica Dimarogonas, puede ampliarse para incluir cualquier clase de funciones, en una vivienda, una fábrica u otros escenarios.
En una serie de experimentos, los investigadores han demostrado las nuevas capacidades con las que los protocolos han dotado a varias máquinas autónomas ya disponibles, incluyendo robots humanoides del modelo NAO.



