Paleontología
Primer tumor facial fósil en un dinosaurio
Se ha detectado por vez primera una hinchazón facial tumoral en una mandíbula fosilizada de dinosaurio. El espécimen corresponde a un ejemplar de Telmatosaurus transsylvanicus, un dinosaurio hadrosaurio de pequeño tamaño corporal y con pico parecido al de los patos. Los restos de la bestia se encontraron en Transilvania.
Un grupo internacional de investigadores, incluyendo a Kate Acheson, de la Universidad de Southampton en el Reino Unido, ha documentado un tipo de tumor facial no canceroso, que hoy se da en seres humanos, mamíferos y algunos reptiles, pero que nunca antes se había detectado en animales fósiles.
El hadrosaurio, cuya antigüedad se estima en aproximadamente 67-69 millones de años, fue descubierto en el "Valle de los Dinosaurios", una zona declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, y situada en Transilvania, Rumania occidental.
"Cuando el fósil se descubrió hace más de una década, resultó obvio que denotaba una deformidad, pero la causa de la misma no ha estado clara hasta ahora", explica Zoltán Csiki-Sava, de la Universidad de Bucarest en Rumania, que dirigió la expedición de campo en la cual se descubrió el fósil.
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Los análisis sugieren que el dinosaurio sufrió una afección conocida como "ameloblastoma", un crecimiento excesivo de tipo tumoral, aunque benigno (no canceroso). Hoy en día se dan casos de ameloblastoma en mandíbulas de seres humanos y otros mamíferos, e incluso de algunos reptiles.
Es poco probable que el tumor le causase al dinosaurio un dolor severo durante sus primeras etapas de desarrollo, como tampoco lo causa hoy en día en los humanos con la misma enfermedad. De todos modos, los investigadores han averiguado, con arreglo a su tamaño anatómico, que este dinosaurio en particular, murió antes de llegar a la edad adulta. Dado que sus restos conservados consisten únicamente en la mandíbula inferior, nadie puede determinar la causa de la muerte. Los investigadores se preguntaban, sin embargo, si la presencia del ameloblastoma pudo haber contribuido a su muerte.



