Antropología
El Homo erectus andaba como lo hacemos los humanos modernos
Los huesos fósiles y las viejas herramientas de piedra pueden decirnos mucho sobre la evolución humana, pero ciertos comportamientos dinámicos de nuestros antepasados fósiles, cosas como el modo en que se movían y cómo interactuaban entre ellos, son tremendamente difíciles de deducir a partir de estas tradicionales clases de datos paleoantropológicos.
Unos investigadores del Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, junto con un equipo internacional de colaboradores, han descubierto recientemente múltiples agrupaciones de huellas de pies de Homo erectus, de millón y medio de años de antigüedad, en el yacimiento paleontológico de Ileret, situado en el norte de Kenia. Las huellas proporcionan una oportunidad única de entender los patrones locomotores y estructuras de grupo a través de un tipo de información que registra directamente estos comportamientos dinámicos.
Usando técnicas analíticas novedosas, el equipo de Kevin Hatala, del citado instituto, ha comprobado que estas pisadas de H. erectus denotan una forma de caminar como la del humano moderno y una estructura grupal que concuerda con la que cabe esperar de comportamientos sociales semejantes a los humanos.
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Con arreglo a estimaciones derivadas experimentalmente de la masa corporal de los homínidos que dejaron los rastros en Ileret, los investigadores han inferido asimismo los sexos de los múltiples individuos que caminaron por las superficies que recogen las pisadas. Para dos de las superficies, han desarrollado hipótesis referentes a la estructura de estos grupos de H. erectus. En cada uno de los yacimientos existen evidencias de varios machos adultos, lo que implica algún nivel de tolerancia y una posibilidad de cooperación entre ellos. La cooperación entre machos consolida muchos de los comportamientos sociales que distinguen a los humanos modernos de los otros primates.



