Botánica
Nuevos datos sobre un misterioso hongo emisor de luz
En 1840, el célebre botánico inglés George Gardner documentó científicamente la existencia de un hongo bioluminiscente que era conocido por la sabiduría popular entre los habitantes de ciertas áreas de Brasil. Gardner envió el hongo al Herbario de Kew, en Inglaterra, donde fue descrito científicamente y recibió el nombre técnico de Agaricus gardneri en honor a su descubridor oficial.
La comunidad científica no supo de ningún otro ejemplar de esa extraña especie hasta 2009. Y a partir de entonces, se ha reanudado la actividad científica en torno a este singular hongo, el cual puede llegar a resplandecer lo suficiente como para que una persona pueda leer con su luz. Ahora, Dennis Desjardin, investigador de la Universidad Estatal de San Francisco, y sus colegas, han recolectado nuevos ejemplares de este hongo olvidado, que ha sido reclasificado como Neonothopanus gardneri.
El equipo de Desjardin espera que seguir investigando meticulosamente el hongo brasileño, y sus primos evolutivos bioluminiscentes de todo el mundo, ayude a responder la pregunta de cómo y por qué exactamente resplandecen algunos hongos.Desjardin y sus colegas determinaron que el hongo debía ser ubicado en el género Neonothopanus después de examinar cuidadosamente la anatomía, fisiología y linaje genético del hongo. Pero fue difícil encontrar nuevos ejemplares del hongo para examinarlos. Para percibir el delatador resplandor verde del hongo bioluminiscente, Desjardin y Cassius Stevani tuvieron que rastrear terrenos en noches sin luna, y deambular por la selva, con el riesgo de caídas y el de ser atacados por serpientes venenosas y jaguares.
Los hongos resplandecientes han estimulado la imaginación de las culturas que los han conocido. En el pasado, fue común tenerles miedo y considerarlos sobrenaturales.
Los investigadores creen que los hongos generan su luz de un modo parecido a como lo hacen las luciérnagas.
Sin embargo, a diferencia de los animales que sólo producen esta luz a ratos, estos hongos resplandecen las 24 horas del día, siempre y cuando estén disponibles el agua y el oxígeno. Esto demuestra que su bioluminiscencia se basa en una química distinta.
La razón evolutiva de esta bioluminiscencia, o, dicho de otro modo, la utilidad que para los hongos pueda tener emitir luz, es por ahora desconocida. Hay algunas hipótesis, pero no han podido ser avaladas todavía.