Climatología
Derretimiento sustancial de grandes masas de hielo provocado por un pequeño aumento de temperatura
Durante el último Período Interglacial, la fusión de grandes capas de hielo contribuyó mucho más a elevar el nivel del mar que la dilatación térmica del agua oceánica. Al menos así se ha determinado en una nueva investigación.
En el estudio, dirigido desde la Universidad de Arizona, se han combinado registros paleoclimáticos con simulaciones digitales de las interacciones atmósfera-océano.
Lo sucedido en aquella época podría repetirse en el futuro, a medida que el clima global se torna más caluroso por culpa del incremento atmosférico de los gases de efecto invernadero. De hecho, se estima que el nivel del mar se elevará hasta casi un metro para finales de este siglo.
Lo que no estaba claro, al menos hasta ahora, era cuánto de ese aumento lo provocará la fusión de las reservas naturales de hielo terrestre con el consiguiente vertido al mar de agua extra, y cuánto se deberá a la dilatación que la masa de agua oceánica experimentará al calentarse.
Para realizar el estudio, los investigadores analizaron registros paleomarítimos de distribución global de temperaturas de la superficie oceánica, correspondientes al tramo de de 5.000 años más cálido durante el último Período Interglacial, una época muy calurosa que duró desde hace 130.000 años hasta hace 120.000.
A continuación, el equipo comparó los datos con los resultados de los modelos climáticos que simulaban las temperaturas oceánicas durante un lapso de 200 años de duración, correspondiente a hace unos 125.000 años, y se calculó la contribución de la dilatación térmica del agua marina.![[Img #4065]](upload/img/periodico/img_4065.jpg)
Los investigadores encontraron que la dilatación térmica no aportó más de 40 centímetros de aumento del nivel del mar en aquella época, cuando dicho nivel estaba 8 metros por encima del actual.
Por su parte, los datos paleoclimáticos revelaron que las temperaturas medias oceánicas sólo superaban a las de nuestros días en aproximadamente 0,7 grados centígrados.
Esto significa, tal como subraya Nicholas McKay de la Universidad de Arizona, que incluso un minúsculo calentamiento puede conducir al derretimiento de una cantidad de hielo muy superior a la que se ha venido estimando en las predicciones.



