Arqueología
Descubren un esqueleto humano en el misterioso pecio milenario de Antiquitera
Un equipo internacional de especialistas ha descubierto y documentado un esqueleto humano durante una investigación arqueológica del famoso pecio de Antiquitera (o Anticitera), que data de alrededor del año 65 a. C. El pecio, que consiste en los restos de un bajel mercante griego, está situado frente a la isla de Antiquitera, en el Mar Egeo. Siendo el primer esqueleto recuperado del lugar desde que la tecnología de los análisis de ADN despegó, el hallazgo podría proporcionar información muy detallada sobre las vidas de las personas que vivían en la zona o estaban de paso en ella hace unos 2.100 años.
Encabezado por arqueólogos y expertos técnicos del Ministerio de Cultura y Deportes heleno y del Instituto Oceanográfico de Woods Hole (WHOI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, el equipo extrajo un cráneo humano, incluyendo una mandíbula y los dientes, así como huesos largos de brazos y piernas, costillas y otros restos. Otras porciones del esqueleto están todavía incrustadas en el lecho marino, esperando ser desenterradas durante la próxima fase de las excavaciones.
El pecio de Antiquitera es el más grande con su antigüedad de entre todos los descubiertos. Fue descubierto en 1900 por submarinistas griegos que recolectaban esponjas marinas. Además de extraerse docenas de estatuas de mármol y miles de antigüedades, la recolección de objetos y piezas permitió sacar a la luz al enigmático Mecanismo de Antiquitera, un increíble artefacto considerado como la primera computadora (mecánica) del mundo. En 1976, Jacques-Yves Cousteau y la tripulación del Calypso recuperó casi 300 objetos más del pecio, incluyendo los restos esqueléticos de algunos pasajeros y tripulantes.
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Los arqueólogos Brendan Foley, Theotokis Theodoulou y Alex Tourtas extraen los restos esqueléticos del pecio de Antiquitera, ayudados por Nikolas Giannoulakis y Gemma Smith. (Foto: Brett Seymour, EUA/WHOI/ARGO)
El esqueleto hallado el 31 de agosto de 2016 es, como hemos dicho, el primero en ser recuperado de un pecio antiguo desde el despegue de los estudios de ADN. El Dr. Hannes Schroeder, experto en ADN antiguo del Museo de Historia Natural de Dinamarca, en Copenhague, fue inmediatamente a Antiquitera para ver los restos. Una vez obtenido el permiso de las autoridades griegas para el envío de muestras a su laboratorio, los análisis detallados quizá aporten datos reveladores sobre el sujeto. Si se ha conservado en sus huesos suficiente ADN viable, podría ser posible identificar su etnia y su origen geográfico.
Contra todo pronóstico, los huesos resistieron más de 2.000 años en el fondo del mar y parecen estar en condiciones bastante buenas, lo cual es increíble, en palabras de Schroeder.
En la investigación también ha trabajado Brendan Foley, un arqueólogo marino del WHOI.



