Medicina
Resultados de una década de eutanasia en Bélgica
En 2002, Bélgica legalizó la eutanasia, en forma de autorización para que, bajo ciertas condiciones, un médico finalice de manera intencionada la vida de un paciente, por expreso deseo de este. El gobierno introdujo varias garantías para proteger a los pacientes, incluyendo un grupo de estudio interdisciplinar (el Comité Belga Federal de Control y Evaluación para la Eutanasia), a fin de asegurar que cada procedimiento se hacía según las directrices legales.
Un nuevo estudio sobre las tendencias respecto a la eutanasia en Bélgica muestra ahora los resultados de aquella decisión de legalización.
El equipo de Kenneth Chambaere, del Grupo de Investigación de los Cuidados en el Final de la Vida, de la Universidad Libre de Bruselas y de la Universidad de Gante, todas estas instituciones en Bélgica, ha comprobado que el número de casos de eutanasia anunciados oficialmente en el país aumentó de 235 en 2003 a 1.807 en 2013, en todos los grupos de edad y en todos los lugares (en el hogar o en instalaciones sanitarias). Los autores del estudio también detectaron un aumento de la eutanasia entre personas con afecciones distintas al cáncer y en personas por encima de los 80 años, un hallazgo que era poco habitual en los primeros años tras la legalización. La incidencia más alta se ha venido dando entre personas que se estaban muriendo por cáncer, entre las de edad inferior a los 80 años y entre enfermos terminales alojados en sus viviendas.
El análisis de datos indica también aumentos en el número de eutanasias entre personas sin enfermedades terminales y entre aquellos con trastornos psiquiátricos, pero la cantidad sigue siendo relativamente pequeña.
Tal como razonan los autores del estudio, el aumento de los casos de eutanasia en la gente con enfermedades no terminales enfatiza la importancia de una evaluación detallada y un seguimiento de la práctica, dado que estas situaciones son a menudo más complejas y podrían incluir trastornos psiquiátricos lo bastante severos como para distorsionar la lucidez del paciente o hacer que se sienta cansado de vivir.