Botánica
Avance crucial en la obtención de plantas tolerantes al agua salada
Unos científicos han efectuado un avance importante en la investigación de la tolerancia a la sal en plantas, que podría llevar a variedades de cultivos tolerantes a ella, y también ayudar a encontrar las respuestas a preguntas de biología vegetal formuladas hace mucho tiempo.
Un equipo de investigación encabezado por expertos de la Universidad de Adelaida en Australia y del Centro de Excelencia para la Energía Vegetal, dependiente del Consejo de Investigación Australiano (ARC, por sus siglas en inglés), ha descubierto que una proteína, de la cual se sabe que controla el equilibrio de la sal en animales, funciona de la misma manera en plantas.
En la investigación, Steve Tyerman, Caitlin Byrt y sus colegas comprobaron que en plantas, como ocurre en animales, un grupo de proteínas, del tipo de las acuaporinas, puede transportar iones de sal así como agua.
Se sabe desde hace tiempo que las acuaporinas actúan como poros para transportar agua a través de membranas en plantas y animales, y que desempeñan papeles esenciales en el control del contenido de agua de las células. Pero, hasta ahora, no se sabía que fuesen capaces de hacer lo mismo con los iones de sodio (sal).
En animales, las acuaporinas son muy importantes para el filtrado de agua en el riñón. En las plantas pueden hacer lo mismo, filtrar el agua que pasa a través de ellas. Pero, bajo ciertas condiciones, algunas acuaporinas pueden asimismo dejar pasar los iones de sodio.
Caitlin Byrt (izquierda) y Steve Tyerman. (Foto: University of Adelaide)
Esto podría explicar muchos problemas no resueltos en biología vegetal, por ejemplo, cómo entra, para empezar, la sal en las plantas.
Los investigadores creen que estas acuaporinas “compuestas” podrían ser las proteínas no identificadas que dejan entrar y salir los iones de sodio (el componente tóxico de la sal) de las raíces vegetales. Desde principios de los años 90, se ha sabido que, con las condiciones adecuadas, la sal entra en las raíces de las plantas a través de poros en la membrana, pero la identidad de estos poros seguía siendo un misterio. Ahora puede que se haya resuelto de forma definitiva. La clase de acuaporina examinada es abundante en la superficie de las raíces.
El hallazgo abre nuevas posibilidades para modificar cómo reaccionan las plantas ante niveles grandes o pequeños de sal en el agua.