Astronáutica
El Curiosity sigue ascendiendo por una montaña marciana
Después de recoger polvo de roca en uno de los paisajes marcianos más espectaculares de entre todos los visitados por el Curiosity desde su llegada al Planeta Rojo en 2012, este robot de la NASA está moviéndose hacia otros sitios a explorar, situados más arriba.
Los citados destinos incluyen una cresta cubierta con material rico en el mineral hematita, con óxido de hierro, situada a 2,5 kilómetros por delante, y más allá un afloramiento de lecho de roca rica en arcillas.
Estos son los puntos de exploración de mayor interés en el Monte Sharp, donde el Curiosity está investigando posibles evidencias de antiguos entornos ricos en agua, muy distintos a los de la actual superficie marciana.
El Curiosity obtuvo el citado polvo de roca taladrando esta. Introdujo parte de la muestra en su laboratorio interno para analizarla.
Este punto de perforación (el decimocuarto del Curiosity) es una capa geológica de unos 180 metros de grosor (unos 600 pies), llamada Formación Murray. En el momento de escribir estas líneas, el Curiosity ha escalado hasta casi la mitad del grosor de esta estructura geológica, y ha encontrado que se formó principalmente a partir de fango que se acumuló en el fondo de antiguos lagos.
Un terreno rico en hematita y otro rico en arcilla, ambos por encima de la Formación Murray, se identificaron a partir de observaciones desde la órbita marciana, antes del aterrizaje del Curiosity. La información sobre su composición, procedente del espectrómetro CRIS (Compact Reconnaissance Imaging Spectrometer) a bordo del MRO (Mars Reconnaissance Orbiter) de la NASA, los hizo muy prioritarios como puntos a visitar por el robot. Tanto la hematita como la arcilla se forman habitualmente en entornos húmedos.
Panorámica de un sector de la zona que el Curiosity ha estado explorando últimamente. (Foto: NASA/JPL-Caltech/MSSS)
Otro hallazgo reciente del Curiosity es que la química de los minerales en la superficie de Marte contribuyó dinámicamente a la constitución de su atmósfera con el paso del tiempo. Es otra pista que indica que la historia de la atmósfera del Planeta Rojo es más compleja de lo creído.
La vida útil extra de la que está gozando el Curiosity le está permitiendo hacer investigaciones adicionales. Pero el robot ya cumplió su misión principal, determinar si la región de aterrizaje ofreció alguna vez condiciones ambientales que hubieran sido favorables para la vida microbiana. Lo descubierto por el Curiosity ha permitido responder afirmativamente a esa pregunta; hay evidencias de antiguos ríos y lagos, que estuvieron dotados de una fuente de energía química y de todos los ingredientes químicos necesarios para la vida tal como la conocemos.