Astrofísica
Nubes cósmicas en el proceso de contracción previo al nacimiento de estrellas
Unos investigadores a bordo del observatorio aerotransportado SOFIA han observado y analizado el colapso de partes de seis nubes interestelares en su evolución hacia su transformación en nuevas estrellas que serán mucho más grandes que nuestro Sol.
Bajo las condiciones adecuadas, nubes de gas como las observadas se comprimen por efecto de su propia gravedad, y ello produce calor por la fricción. El calor de la contracción acaba causando que el núcleo ponga en marcha reacciones de fusión nuclear, creándose así una estrella.
Los astrónomos están emocionados por estas observaciones del SOFIA porque ha habido muy pocas ocasiones anteriores de contemplar directamente el proceso de colapso. Tales observaciones del SOFIA han permitido ahora a los científicos confirmar modelos teóricos sobre cómo se colapsan las nubes interestelares para convertirse en estrellas y sobre el ritmo al que lo hacen. Observar este tipo de colapso es muy difícil porque sucede de forma relativamente rápida en términos astronómicos.
Mediante el SOFIA, el equipo de Friedrich Wyrowski, astrónomo en el Instituto Max Planck de Radioastronomía en Bonn, Alemania, rastreó esta etapa de desarrollo en nueve estrellas embrionarias (protoestrellas), mediante la medición de los movimientos del material dentro de ellas. Wyrowski y sus colegas hallaron que seis de las nueve protoestrellas están activamente colapsándose. La adición de estas seis protoestrellas en pleno colapso a la lista previa de menos de una docena de protoestrellas en esta misma etapa de su desarrollo, constituye una importante ampliación del catálogo.
Imagen infrarroja de la región W43 de formación de estrellas, situada a 20.000 años-luz de distancia, en la dirección de la constelación del Águila, uno de los lugares donde el equipo de Friedrich Wyrowski detectó nubes en el proceso de contracción que precede a la puesta en marcha de estrellas en su interior, en estos casos más grandes que el Sol. (Foto: NASA/JPL-Caltech/2MASS)
El Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja (SOFIA, por sus siglas en inglés), de la NASA (agencia espacial estadounidense) y el DLR (Centro Aeroespacial Alemán), es un observatorio instalado en un avión Boeing 747SP altamente modificado, que transporta como componente clave un telescopio con un diámetro efectivo de 2,54 metros (unas 100 pulgadas) a altitudes de hasta 13,7 kilómetros (unos 45.000 pies). Realiza sus misiones de observación mientras vuela. Ascender tanto, libra al observatorio de una parte significativa de la acción obstructiva de la atmósfera, permitiéndole captar imágenes con una nitidez mucho mayor que la conseguible desde la superficie de la Tierra.