Biomecánica
Las diferencias biomecánicas entre golfistas profesionales y aficionados al golpear la pelota
En una investigación científica, se ha logrado identificar varios factores biomecánicos en el modo de golpear la pelota con el palo que diferencian a los golfistas principiantes de los profesionales.
El equipo de David Meister y Jessica Rose, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, ha comprobado que la biomecánica del conjunto complejo de movimientos necesario para golpear la pelota de golf con el palo presenta parámetros cuyos valores varían poco de un jugador a otro en el caso de los profesionales.
En ciertas etapas del proceso de golpear la pelota, los movimientos fueron casi indistinguibles de un profesional a otro.
Aunque sólo se analizó a hombres en este estudio, el equipo de Rose cree que los resultados son también aplicables a las mujeres, si bien se necesitará hacer análisis adicionales antes de poderlo afirmar categóricamente.
Los investigadores analizaron varios parámetros biomecánicos del golpe con el palo a la pelota, incluyendo el factor S (inclinación de los hombros), el factor O (inclinación de las caderas) y el factor X (rotación de las caderas respecto a los hombros). Estos parámetros están considerados como los fundamentales para la generación de fuerza en un golpe propio del golf.
Investigaciones anteriores ya demostraron que los jugadores profesionales de golf generalmente alcanzan en el factor X un pico más alto que el logrado por los golfistas principiantes, cuando intentan enviar lejos la pelota. Pero el nuevo estudio es más detallado, por cuanto analiza al factor X en relación con otros factores biomecánicos del golpe propinado con el palo a la pelota durante el conjunto completo de movimientos implicados.
Entre los 10 golfistas con nivel profesional analizados en este estudio, el pico del factor X durante un golpe fuerte fue muy estable, variando sólo en un 7,4 por ciento del promedio de 56 grados. Las velocidades del palo en el momento del impacto contra la pelota fueron también muy parecidas, variando sólo en un 5,9 por ciento del promedio de 127 kilómetros por hora.
Los picos del factor X alcanzados por los tres golfistas principiantes estuvieron por debajo de los de los profesionales, llegando sólo a 48, 46 y 46 grados respectivamente. Estos menores ángulos del factor X se correlacionaron con velocidades más bajas del palo en el momento del impacto contra la pelota.
Los investigadores constataron que el pico del factor S se produjo justo después del impacto del palo contra la pelota, y fue muy estable entre los profesionales, variando sólo en un 8,4 por ciento del promedio de 48 grados. Los golfistas aficionados examinados tuvieron picos del factor S menores.
Lo descubierto en esta investigación podría ser usado para ayudar a mejorar la capacidad de los golfistas para enviar más lejos la pelota sin aumentar el riesgo de que se lesionen.