Ecología
Relación entre el fracking y cambios en el agua potable de acuíferos locales
Un nuevo estudio ha permitido descubrir concentraciones mayores de lo normal de algunas sustancias en el agua potable de acuíferos próximos a terrenos en los que se han llevado a cabo prácticas de fracturación hidráulica (fracking), una técnica utilizada para extraer petróleo y gas de formaciones rocosas que por los medios tradicionales resultarían inextraíbles. El fracking implica inyectar en el subsuelo no solo grandes cantidades de agua, sino también una serie de sustancias químicas.
Las sustancias que en este estudio se han detectado en el agua destinada al consumo humano no tienen niveles peligrosos y su origen no está claro, pero los investigadores consideran que lo encontrado señala como principal sospechoso a las perturbaciones subterráneas provocadas por el fracking, y que podría ser el preludio a futuros problemas de calidad del agua.
Los científicos, del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty, adscrito a la Universidad de Columbia, en la ciudad estadounidense de Nueva York, y otras instituciones, hallaron que tanto la distancia al lugar del fracking como la topografía del terreno son factores que influyen en los citados aumentos anómalos de ciertas sustancias. En los pozos de agua potable de las tierras bajas situados a menos de un kilómetro de un punto de perforación, encontraron niveles más altos de lo normal de calcio, cloro, hierro y sulfatos disueltos. En los pozos de las tierras bajas situados un poco más lejos, encontraron niveles de metano, sodio y manganeso más altos que los de pozos a distancias muy similares pero situados en tierras altas. Los pozos de tierras altas a menos de un kilómetro de una perforación no mostraron indicios de cambios anómalos.
Beizhan Yan observando unas instalaciones al lado de una carretera secundaria. (Foto: Kevin Krajick/Lamont-Doherty Earth Observatory)
El equipo de los geoquímicos Beizhan Yan y Steven Chillrud, del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty, cree que una posible explicación para los hallazgos hechos en esta investigación es que los potentes y súbitos pulsos introducidos por el fracking podrían actuar como un sistema de bombeo "colateral", expandiendo y contrayendo los espacios subterráneos, y haciendo circular más de lo normal sus contenidos. Esta tensión podría propagarse hacia la superficie e iniciar la mezcla del agua subterránea en acuíferos, ya sea desde los lados o desde abajo. Las anomalías observadas se podrían también deber a pozos con revestimientos dañados en puntos a poca profundidad, por culpa de los cuales se produjesen fugas. O también a derrames de fluidos del fracking en la superficie, escurriéndose hacia el subsuelo.