Ecología
Algas marinas, centinelas contra las bacterias
Una nueva investigación confirma que las algas marinas propiamente dichas, gracias a sus propiedades antibacterianas, reducen en los mares la presencia de bacterias que resultan perjudiciales para el Ser Humano y para muchas otras criaturas.
Los prados de algas marinas reducen en hasta un 50% las bacterias que son patógenas para los humanos y para muchas otras formas de vida marina, según los resultados del estudio llevado a cabo por el equipo internacional de Joleah B. Lamb, de la Universidad Cornell en la ciudad estadounidense de Ithaca. De hecho, los corales situados cerca de los prados de algas marinas muestran solo la mitad de la incidencia de enfermedades.
Todo ello resalta la importancia de los ecosistemas de algas marinas para la salud de los humanos y otros organismos; no solo podrían ayudar a mejorar la calidad del agua en las zonas costeras cada vez más pobladas, también podrían desempeñar un papel esencial en el sostenimiento del rápido crecimiento de la acuicultura, llamada a mitigar la carestía global de alimentos.
Eliminar del agua los patógenos que afectan al Ser Humano es esencial para nuestra salud. Las plantas, con sus biocidas naturales, desempeñan un papel vital en ello.
Aunque se sabe que las algas marinas producen antibióticos naturales, no se había evaluado todavía su capacidad de eliminar patógenos del océano, o su capacidad de mitigar las enfermedades que se producen allí. Trabajando en las aguas situadas frente a cuatro islas indonesias, Joleah Lamb y sus colegas se propusieron averiguar cuál es la influencia de las algas marinas en los patógenos microbianos marinos y en las enfermedades provocadas por estos.
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Joleah Lamb y Syafyudin Yusuf examinan corales en busca de signos visuales de enfermedad, en arrecifes indonesios. (Foto: Courtney Couch)
En las aguas costeras, los investigadores encontraron que la presencia de las bacterias Enterococcus sobrepasaba en diez veces el nivel de exposición de riesgo para la salud humana recomendado por la Agencia estadounidense de Protección Medioambiental (EPA). En presencia de las algas marinas, sin embargo, los niveles de Enterococcus eran tres veces menores. Análisis subsiguientes revelaron que la abundancia de varios patógenos que dañan a peces y otros animales marinos era también inferior cuando las algas marinas estaban presentes, reduciéndose concretamente hasta en un 50%. Además, los exámenes de campo sobre corales adyacentes a prados de algas marinas mostraron que estos corales disfrutaban de una reducción notable de enfermedades en comparación con los corales sin algas marinas vecinas.
Se estima que la pérdida global de prados de algas marinas alcanza el 7% anual.
Lamb y sus colegas esperan que su trabajo contribuya a concienciar a la sociedad y a los gobernantes acerca de la importancia de conservar este ecosistema.



