Biología
Identifican sustancias antimicrobianas en la sangre del dragón de Komodo
El mayor lagarto del mundo, el dragón de Komodo, vive en cinco islas de Indonesia. En una tierra donde la supervivencia es precaria, los dragones de Komodo prosperan a pesar de estar expuestos a montones de bacterias que matarían a criaturas menos resistentes. Ahora, unos científicos han detectado fragmentos de proteínas antimicrobianas en la sangre del lagarto que parecen ayudarle a resistir infecciones mortales. El descubrimiento podría llevar al desarrollo de nuevos fármacos capaces de combatir bacterias que se han vuelto resistentes a los antibióticos.
La saliva de estas criaturas contiene al menos 57 especies de bacterias, capaces de provocar infecciones graves. Sin embargo, el dragón de Komodo parece resistente a ellas, y se ha mostrado que el suero de estos animales tiene actividad antibacteriana. Casi todas las criaturas vivas producen unas sustancias conocidas como péptidos antimicrobianos catiónicos (CAMPs, por sus siglas en inglés), las cuales son una parte esencial del sistema inmunitario innato. Así pues, Barney Bishop, Monique van Hoek y otros de sus colegas de la Universidad George Mason en Estados Unidos, se preguntaron si podrían aislar los CAMPs de la sangre del dragón de Komodo, como habían hecho anteriormente con sangre de caimán, con el fin de ampliar la biblioteca de CAMPs conocidos para estudios terapéuticos.
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Unos compuestos en la sangre del dragón de Komodo podrían ser el punto de partida hacia el desarrollo de nuevos antibióticos. (Foto: Kent Vliet)
El equipo de investigación incubó sangre de dragón de Komodo con partículas de hidrogel cargadas negativamente que desarrollaron para capturar los péptidos, los cuales tienen carga positiva. Con este método, y mediante el uso de espectrometría de masas, identificaron y secuenciaron 48 CAMPs potenciales. Todos menos uno estaban derivados de histonas, proteínas de las cuales se sabe que tienen actividad antimicrobiana. Ocho fueron sintetizadas y probadas contra bacterias Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus. Siete de los péptidos mostraron una notable potencia contra ambas. El octavo fue solo efectivo contra la P. aeruginosa.
La conclusión es por tanto bastante clara: el plasma sanguíneo del dragón de Komodo contiene una serie de péptidos antimicrobianos viables que podrían ayudar a preparar una nueva vía terapéutica.



