Geología
El problema del agua de mar que invade acuíferos costeros de agua dulce
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de la mitad de la población mundial vive a menos de 60 kilómetros del litoral, y tres cuartas partes de todas las ciudades grandes están situadas en áreas costeras. Muchas comunidades costeras dependen de las aguas subterráneas para satisfacer sus necesidades de agua para beber y para la agricultura. Pero retirar demasiada agua con este origen puede cambiar la presión del fluido de los acuíferos subterráneos, atrayendo agua marina hacia los acuíferos costeros y desbaratando el suministro de agua potable desde estos acuíferos. La irrupción de la sal es a menudo irreversible.
El equipo internacional de Meredith Goebel, de la Universidad de Stanford en California, Estados Unidos, se ha valido de pulsos de corriente eléctrica enviados a unos 300 metros de profundidad para formar una imagen que muestra en qué acuíferos de agua dulce del litoral de la bahía de Monterrey en California (Estados Unidos) se ha filtrado agua marina.
Para determinar el alcance de la irrupción de agua marina en dicha región, el equipo utilizó una técnica de visualización geofísica llamada tomografía de resistividad eléctrica. Con ella, cartografió la salinidad del agua subterránea a lo largo de un trecho de 45 kilómetros por la línea de la costa, desde Aptos hasta Monterrey. La tomografía de resistividad eléctrica mide una propiedad llamada resistividad eléctrica. El agua marina es eléctricamente conductora debido a su alto contenido de sal, mientras que el agua dulce es eléctricamente resistiva.
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Meredith Goebel en la bahía de Monterrey. (Foto: Stacy Geiken)
La tomografía de resistividad eléctrica podría proporcionar una alternativa mejor y más barata al método que en la actualidad se utiliza para vigilar la penetración de agua salada en acuíferos, que implica perforar el terreno en ubicaciones específicas para abrir en ellas pozos “centinela”. A diferencia de esos pozos, que esencialmente solo aportan información de los sitios que atraviesan, la tomografía de resistividad eléctrica proporciona una visión completa de una zona, con una cobertura espacial que no es posible con el método tradicional de los pozos.
Disponiendo de datos locales como los ahora obtenidos de la bahía de Monterrey, existe la esperanza de que los gestores locales del agua puedan usarlos para identificar mejor las regiones más afectadas por la irrupción de agua salada, disponiendo así de mejores oportunidades para aplicar el tratamiento más adecuado en cada caso y solucionar o al menos mitigar el problema.



