Paleontología
El Tigre de Tasmania, cazado hasta su extinción, no podía matar ovejas
El icónico Tigre de Tasmania fue cazado hasta su extinción en el primer tercio del siglo XX, porque, según se aseguraba, mataba a las ovejas si tenía oportunidad. Al Tigre de Tasmania se le consideraba una amenaza para el ganado y eso justificó que se le diera caza indiscriminadamente. Sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto que el "tigre" tenía mandíbulas tan débiles que sus presas no eran probablemente mayores que una zarigüeya.
"Tigre de Tasmania" es el nombre popular del Thylacinus cynocephalus, un exótico marsupial carnívoro, que parecía un perro grande con rayas de tigre, pero que en realidad está más estrechamente relacionado con los canguros y los koalas (marsupiales parecidos a osos), que con los perros o los tigres.
Los tilacinos eran depredadores que en su época poblaron una amplia zona entre Australia y Nueva Guinea, pero que se encontraban sólo en Tasmania cuando los europeos se establecieron en la región. La pérdida de hábitat y de presas, y la recompensa pagada a los cazadores para matar ejemplares de Tigre de Tasmania, han sido las causas de la desaparición de este marsupial carnívoro.
A pesar del obvio descenso de su población, el Tigre de Tasmania no recibió protección oficial hasta dos meses antes de que el último espécimen conocido muriera en un parque zoológico de Tasmania, el 7 de Septiembre de 1936.
Al comparar las características del cráneo del extinto tilacino con las de especies vivas de parentesco evolutivo cercano, se puede predecir el tamaño corporal probable de sus presas.
Utilizando técnicas avanzadas de modelación por ordenador, el equipo de Marie Attard y Stephen Wroe, del Grupo de Investigación en Biomecánica Computacional de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, pudo simular diferentes comportamientos predatorios, como morder, desgarrar y tirar de un cuerpo, para predecir los patrones de tensión estructural en el cráneo de un tilacino y en los de los dos marsupiales carnívoros restantes más grandes de Australia, el Demonio de Tasmania y el Dasyurus maculatus maculatus.
El análisis muestra que el cráneo del tilacino da señales de mucha más tensión estructural en comparación con los de sus parientes evolutivos vivos, en respuesta a las simulaciones del combate cuerpo a cuerpo con la presa, y de las mordeduras necesarias para derrotarla.
En otras palabras, las mandíbulas del Tigre de Tasmania eran demasiado débiles para que la bestia cazase animales del tamaño de las víctimas que se le atribuyeron durante mucho tiempo. La bestia sólo podía cazar pequeñas presas.
Por tanto, en lo que respecta a la supuesta capacidad del Tigre de Tasmania para matar animales tan grandes como las ovejas, los resultados del análisis sugieren que su reputación era infundada.