Antropología
Aclarando el misterioso origen de los sardos
La isla de Cerdeña es destacable por el hecho de que una proporción excepcionalmente alta de la población desciende al parecer de antepasados que la han ocupado desde el Neolítico y la Edad del Bronce, hace entre 8.000 y 2.000 años. Durante siglos después de ello, tuvieron escasa interacción con la Europa continental.
Ahora, el equipo internacional de Maria Pala, de la Universidad de Huddersfield en el Reino Unido, ha terminado un amplio estudio que ha ayudado a esclarecer algunos de los misterios sobre el origen de los sardos. La propia científica es oriunda de Cerdeña.
Uno de los hallazgos del nuevo estudio es que algunos sardos modernos podrían proceder de personas que colonizaron la isla incluso en un período anterior, el Mesolítico.
Los investigadores analizaron 3.491 muestras de ADN de la población actual y las compararon con 21 muestras antiguas tomadas de restos óseos encontrados en sepulturas talladas en la roca que se extienden desde el período Neolítico hasta finales de la Edad del Bronce.
Este nuevo estudio se centró en el genoma mitocondrial, la línea materna que se transmite solo a través de las madres, porque proporcionaba una sucesión ininterrumpida de descendientes, y resultaba mucho menos compleja que la de todo el genoma.
El resultado del análisis indica que el 78,4 por ciento de los genomas mitocondriales modernos se agrupan en halogrupos específicos de la población tradicional de Cerdeña.
La investigadora sarda Maria Pala, de la Universidad de Huddersfield, investiga los orígenes de los antepasados de su tierra natal. (Foto: University of Huddersfield)
Pala subraya que el porcentaje es extremadamente alto, y pone como ejemplo de comparación el caso de buena parte de la población europea. “Si observamos a los europeos como un todo, no podemos en esencia distinguir una persona inglesa de una italiana o francesa, porque los europeos se han mezclado entre ellos durante mucho tiempo”.
Cerdeña ha sido siempre una isla, pero se cree que hubo un tiempo en que el mar tenía un nivel más bajo y le permitía conservar conexiones con el continente, a través de las cuales llegaron sus primeros habitantes procedentes de la Europa continental. Después, el nivel del mar se elevó, pero a pesar de eso, los contactos con el continente prosiguieron a lo largo del Neolítico y la Edad del Bronce, impulsados posiblemente por la abundancia de recursos naturales, como la obsidiana y los metales presentes en la isla.
Después, ya sea de pronto o de forma gradual, estos contactos cesaron o se volvieron esporádicos, así que durante miles de años los sardos quedaron aislados, desarrollando su propio lenguaje, cultura, sociedad e identidad.
Hoy en día, los sardos hablan su propia lengua y todavía se mantienen genéticamente distintos del resto de la población europea, como demuestra la nueva investigación.