Ingeniería
Prótesis de pierna para caminar de modo natural
Una nueva prótesis de pierna permitirá a las personas que sufrieron una amputación de pierna caminar sin el característico vaivén de arrastre que se observa con las piernas artificiales convencionales.
El dispositivo, desarrollado en la Universidad Vanderbilt, de Nashville, Tennessee, Estados Unidos, se vale de los últimos adelantos en computación, sensores, motores eléctricos y baterías, para conseguir capacidades biónicas: Es la primera prótesis con las articulaciones de la rodilla y el tobillo energizadas para que se muevan al unísono; viene provista con sensores que supervisan los movimientos del usuario; tiene programados los microprocesadores para analizar los datos de cada movimiento, predecir lo que está intentando hacer la persona y guiar el dispositivo de manera que facilite esos movimientos.
"Cuando está en funcionamiento, es del todo diferente a mi prótesis actual", confiesa Craig Hutto, de 23 años de edad, quien sufrió una amputación de pierna y ha estado probando la prótesis durante un tiempo. "Una pierna pasiva siempre va un paso detrás de mí. La pierna de Vanderbilt sólo está una fracción de segundo por detrás".La pierna biónica es el resultado de un proyecto de investigación de siete años de duración, en el Centro Vanderbilt para la Mecatrónica Inteligente, dirigido por Michael Goldfarb, profesor de Ingeniería Mecánica.
La nueva prótesis está diseñada para que el usuario lleve una vida cotidiana. Hace substancialmente más fácil para la persona con amputación caminar, sentarse, estar de pie, y subir y bajar escalones y rampas. El dispositivo requiere del usuario menos fuerza física que la necesaria para el movimiento de prótesis más primitivas.
Diversos adelantos tecnológicos recientes han permitido a los ingenieros de la Universidad Vanderbilt diseñar esta prótesis robótica, que pesa alrededor de 4 kilogramos (menos que la mayoría de las piernas humanas adultas) y puede funcionar tras cada recarga durante tres días de actividad normal, o para una caminata de entre 13 y 14 kilómetros.
La prótesis cuenta también con un sensor que puede hacerla actuar por su cuenta para ayudar a impedir una caída del usuario.
Últimamente se ha conseguido reducir mucho la cantidad de ruido que producen los modelos más recientes, aunque todavía es algo más ruidosa de lo que les gustaría a los ingenieros.