Ingeniería
Tatuajes de quita y pon que son dispositivos electrónicos
Un nuevo tipo de dispositivo electrónico extremadamente delgado y autoadhesivo puede hacer con notable eficacia mediciones sobre diversos parámetros del corazón humano, las ondas cerebrales y la actividad muscular, todo ello sin tener que utilizar en la persona instrumentos voluminosos, ni fluidos conductores ni pegamentos.
El equipo de Dae-Hyeong Kim (Universidad de Illinois) y expertos de la Universidad Tufts y la del Noroeste, en Estados Unidos, del Instituto de Computación de Alto Rendimiento en Singapur, y de la Universidad Tecnológica de Dalian en China, ha ideado una nueva clase de tecnología microelectrónica.
Los creadores de esta invención, a la que ellos llaman Sistema Electrónico Epidérmico, han incorporado en sus prototipos un sofisticado conjunto de sensores, diodos emisores de luz, transmisores, receptores y redes de filamentos, todo ello miniaturizado.
Lo que caracteriza a esta nueva tecnología electrónica es que se puede integrar en la piel, de un modo que es mecánica y fisiológicamente imperceptible para el usuario.
John Rogers, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, y sus colaboradores, idearon un enfoque que se basa en el uso de dispositivos diseñados para lograr propiedades físicas que se correspondan con las de la epidermis. Es una tecnología que, en ciertos aspectos, está a medio camino entre la electrónica y la biología.
Aunque ya hay dispositivos portátiles, de tecnología convencional, que miden con precisión el ritmo de los latidos del corazón, las ondas cerebrales y la actividad muscular, los sistemas electrónicos epidérmicos ofrecen la oportunidad de ser utilizados sin que se noten siquiera sus bordes (tienen menos de 50 micras de espesor, o sea que son más finos que el grosor de un cabello humano), y además no llevan cables externos, requieren poquísima energía, y no pesan casi nada.
Su colocación y su extracción también resultan muy prácticas, ya que se llevan a cabo como con los tatuajes de quita y pon.
Los dispositivos son tan delgados que las fuerzas que se producen en el contacto, conocidas como interacciones de van der Waals, gobiernan la adherencia a escala molecular, por lo que estos tatuajes electrónicos se adhieren a la piel sin ningún pegamento y permanecen en su sitio durante horas.
El reciente estudio ha demostrado que la vida útil de los dispositivos es de 24 horas bajo las condiciones ideales.



