Climatología
El calentamiento global amenaza la estabilidad de los pastos tibetanos de montaña
El calentamiento del clima podría afectar a la estabilidad de los pastos alpinos en la meseta tibetana, de Asia, amenazando la capacidad de granjeros y pastores para mantener a los animales que son esenciales para su subsistencia, y perturbando de modo posiblemente perjudicial la ecología de un área en la que se originan importantes sistemas fluviales regionales.
Esta es la conclusión a la que han llegado unos científicos de China y los Estados Unidos.
La meseta tibetana es un área de unos 2,5 millones de kilómetros cuadrados en la cual las temperaturas altas en verano raramente sobrepasan los 25 grados centígrados y las de la noche pueden bajar por debajo de la de congelación incluso en esa época. Debido a la altitud, a los extremos de temperatura y a los vientos fuertes, dos tercios de la meseta son pastos de los que se alimentan yaks, ovejas y otros animales, siendo poco viables otros usos. Unos 9,8 millones de personas viven en el área, que también es el nacimiento de varios de los principales sistemas fluviales de Asia.
Los resultados de la investigación realizada por el equipo de Lin Jiang, del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) en Estados Unidos, y Jin-Sheng He, de la Universidad de Pekín en China, sugieren que bajo un clima más cálido, el ecosistema proporcionaría una menor producción de forraje en los años de sequía, y más producción de biomasa en los húmedos. Estos altibajos no benefician a nadie.
Los investigadores han estudiado los efectos del aumento de las temperaturas y una precipitación más variable en los pastos de la meseta tibetana en esta parcela experimental de la Academia China de Ciencias, en la Estación de Habei para Estudios del Ecosistema de Pastos Alpinos. (Foto: Xian Yang y Qianna Xu)
Una menor estabilidad en la producción vegetal podría significar que este ecosistema alpino dejase de ser capaz de proporcionar un forraje estable para el ganado del que dependen las personas de la zona. Una estabilidad menor también podría tener consecuencias para otros servicios que brinda el ecosistema, como la regulación del clima y la conservación del agua.