Antropología
Ya aparecieron formas "humanas" de pensar hace 1,8 millones de años
Usando tecnología muy avanzada de visualización del cerebro para observar cómo humanos modernos elaboran herramientas primitivas, un equipo de investigación ha encontrado evidencias de que las formas de pensar humanas podrían haber surgido hace al menos 1,8 millones de años.
Los resultados, obtenidos por el equipo de Shelby S. Putt, de la Universidad de Indiana en Estados Unidos, sitúan la aparición de la cognición “humana” al mismo tiempo que la del Homo erectus, una especie primitiva de aspecto simiesco que se halló por primera vez en África y cuya evolución antecede a los neandertales en casi 600.000 años.
Se trata de un resultado notable, porque se piensa habitualmente que nuestras formas modernas de cognición aparecieron solo muy recientemente en términos de historia evolutiva humana. Pero lo ahora descubierto sugiere que la transición desde las formas simiescas de pensar y de comportarse hasta las humanas aconteció sorprendentemente pronto.
Las conclusiones del estudio se basan en la actividad cerebral de individuos modernos a quienes se enseñó a crear dos tipos de herramientas primitivas: las más simples (poco más que piedras con un borde recortado para que resulte afilado) y otras más complicadas y más hábilmente trabajadas, que se parecen a puntas de flecha grandes. Ambos tipos de herramientas se fabricaron golpeando piedras entre sí, pero difieren notablemente en el grado de sofisticación del diseño y, por tanto, en el nivel intelectual del fabricante y su tipo de inteligencia.
Shelby S. Putt. (Foto: University of Iowa)
Las herramientas del tipo sencillo aparecieron por primera vez hace unos 2,6 millones de años, y se hallan entre las más antiguas usadas por los antepasados de la humanidad. El uso de las del tipo sofisticado data de hace entre 1,8 millones de años y 100.000.
En el estudio, 15 voluntarios aprendieron a construir ambos tipos de herramientas.
Una vez adiestrados, fabricaron herramientas de uno y otro tipo. Los escaneos cerebrales a los cuales se les sometió mientras trabajaban han revelado que solo necesitaron atención visual y control motor para crear las herramientas más simples. En cambio, para fabricar las herramientas más complejas se movilizó una porción mucho más grande del cerebro, incluyendo regiones asociadas con la integración de información visual, auditiva y sensoriomotora, así como la guía de la memoria de trabajo visual y la planificación de acciones de orden superior.