Antropología
La orientación Norte-Sur de América dificultó la propagación de la población humana
Nuevas evidencias avalan la hipótesis de que la orientación Norte-Sur de América enlenteció la expansión de la población y la difusión de la tecnología, en comparación con la orientación Este-Oeste que es la que predomina en Eurasia.
La nueva investigación, llevada a cabo por Sohini Ramachandran y Noah Rosenberg, de la Universidad Brown y la Universidad de Stanford, respectivamente, desarrolla esa idea sobre la base de que la orientación continental influyó en los patrones de migración y desempeñó un papel importante en la configuración de la estructura de las variaciones genéticas humanas y la distribución y la difusión de los rasgos culturales.
Valiéndose de la información genética que permite explorar los efectos que los ejes continentales y la gama de climas en cada uno tuvieron sobre la migración humana y la adaptación, Ramachandran y Rosenberg han constatado que hay evidencias de que la difusión tecnológica se aceleró en Eurasia. El motivo, fácil de deducir, y que ha sido verificado por el equipo, es que las poblaciones de la misma latitud compartieron climas similares, mientras que la migración a lo largo de las líneas de longitud implicaba tener que adaptarse a climas muy diferentes. Esto facilitó el tránsito por Eurasia, desplegada mayormente en el eje Este-Oeste, y lo dificultó por América, desplegada mayormente en el eje Norte-Sur.
En Eurasia, por tanto, la adaptación a nuevas ubicaciones fue más fácil para los vegetales de cultivo y para los animales domesticados. Poder valerse, en otras tierras muy distantes, del mismo tipo de ganado y los mismos cultivos agrícolas, facilitó la movilidad de los seres humanos.La idea, bastante lógica, de que la tecnología se difundió mejor a lo largo de las líneas latitudinales fue propuesta por Jared Diamond en 1997, aunque hacía falta corroborarla con la suficiente solidez.
El estudio comparativo que Ramachandran y Rosenberg han realizado sobre la variación genética a través del eje Norte-Sur y del eje Este-Oeste en cada continente, ha respaldado ahora la validez de esa hipótesis.