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Viernes, 20 de Octubre de 2017
Salud

Cambios en el estilo de vida, población más sana

Un grupo de investigación del Departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, en España, lleva siete años estudiando a población hipertensa con sobrepeso/obesidad y con hábitos sedentarios. En una publicación reciente, este grupo ha determinado el estado de salud de esa población a través de algunos marcadores físicos, fisiológicos, clínicos y nutricionales claves, diferenciándolos por sexo y condición física.

 

La obesidad y la hipertensión arterial frecuentemente coexisten en la misma persona y se reconocen como causa principal de riesgo cardiovascular. La prevalencia de hipertensión, definida como valores ≥140 mmHg en la presión arterial sistólica y/o ≥90 mmHg en la presión arterial diastólica y/o prescripción de terapia farmacológica antihipertensiva, se presenta en el 30-45% de la población general. Además, en la actualidad, se estima que el 69% de la población tiene sobrepeso y obesidad, y de él, el 35% son personas obesas. Por ello, para el control y prevención de la hipertensión, así como de la enfermedad cardiovascular, es necesario cuantificar el riesgo cardiovascular, ya que, aunque una fracción muy pequeña de la población hipertensa presenta solamente presión arterial alta, la gran mayoría muestra factores de riesgo adicionales como obesidad, diabetes, sedentarismo, etc.

 

Es sabido que la diferencia de sexo afecta de forma distinta en el desarrollo de hipertensión y riesgo cardiovascular. Sin embargo, no se ha aclarado si esa diferencia puede tomarse como un factor más en el pronóstico de la enfermedad y su manejo. Por otro lado, estudios experimentales han determinado que la condición física o capacidad cardiorrespiratoria es un signo vital fuertemente asociado al riesgo cardiovascular (una baja capacidad cardiorrespiratoria se corresponde con incremento en dicho riesgo), como lo es un patrón dietético no saludable.

 

Por todo ello, investigadores e investigadoras del Departamento de Educación Física y Deportiva de la UPV/EHU, en colaboración con IMQ-Amárica (Vitoria-Gasteiz) y la Unidad de Ensayos Clínicos (Tecnalia, Vitoria-Gasteiz), han determinado el estado clínico, físico, fisiológico, así como el patrón dietético de la población con sobrepeso/obesidad, inactividad física y diagnóstico de hipertensión, caracterizándolos además por sexo y capacidad cardiorrespiratoria antes de iniciar un tratamiento terapéutico no farmacológico.

 

En el estudio, llevado a cabo en Vitoria-Gasteiz y liderado por Sara Maldonado-Martin, han participado 209 personas, 141 hombres y 68 mujeres, con edades entre 24 y 70 años. Todos los participantes han sido valorados a través de mediciones en reposo y en esfuerzo (mediciones antropométricas, de composición corporal, fisiológicas, bioquímicas y dietéticas).

 

En palabras de Ilargi Gorostegi-Anduaga, primera autora del artículo publicado y estudiante predoctoral, “gracias a este trabajo, realizado durante los últimos siete años, se ha podido observar que la población estudiada, clasificada como obesos metabólicamente no sanos, presenta un perfil de alto riesgo cardiovascular”. Ese perfil incluye diagnóstico de hipertensión, sobrepeso/obesidad, nivel glucémico elevado, valores no saludables del perfil lipídico y enzimas hepáticas, inflamación sistémica, una capacidad cardiorrespiratoria pobre, valores de hipertensión en esfuerzo físico y una adherencia a un patrón dietético aterogénico, es decir, un patrón dietético no saludable con una dieta o unos hábitos de alimentación no correctos, que llevan a la formación de placas de grasa en las arterias. Además, aunque las mujeres presentaron mejores perfiles bioquímicos y de patrón dietético en comparación con los hombres, sus características físicas y fisiológicas eran más pobres.

 

Finalmente, se ha confirmado que una mayor capacidad cardiorrespiratoria contribuye a la atenuación de algunos factores de riesgo cardiovascular, como un alto índice de masa corporal, alta grasa hepática y patrón de presión arterial nocturno no descendente. Así, según Ilargi Gorostegi-Anduaga, “la identificación de los patrones clínicos, físicos, fisiológicos y dietéticos de esta población indica firmemente la necesidad de plantear cambios en el estilo de vida, tales como calidad nutricional y ejercicio físico de forma regular, que tienen efectos beneficiosos en los factores de riesgo cardiovascular, para conseguir una población sana”.

 

Los investigadores pertenecen al Laboratorio de Análisis del Rendimiento Deportivo del Departamento de Educación Física y Deportiva de la UPV/EHU, de Facultad de Educación y Deporte. (Fuente: UPV/EHU)

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