Psicología
Cambiar de "raza" al cambiar de indumentaria, el lado elitista del racismo
Un equipo interdisciplinario de investigadores ha descubierto que indicios del estatus social tan simples como la ropa que lleva puesta una persona pueden alterar la percepción que se tenga de su "raza". Dicho de otro modo, los indicios del estatus social moldean la percepción sobre la etnia a la que parece pertenecer una persona.
La categorización racial de personas sin diferencias étnicas muy marcadas no es una simple "apreciación" de rasgos faciales, sino un proceso complejo y sutil en el que influyen mucho el contexto y los estereotipos y prejuicios que tenemos. El modo de vestir de un sujeto puede constituir la diferencia entre que se le considere una persona de color o una persona blanca que está muy bronceada. Racismo y prejuicios de clase se entremezclan en la psicología de bastantes personas sin que ellas se den cuenta.
En los experimentos llevados a cabo por el equipo de Jonathan B. Freeman (Universidad Tufts), a los participantes del estudio se les pidió que determinaran la raza de personas cuyas imágenes les fueron mostradas. Cada imagen mostraba la cara y la parte superior del tronco de un individuo.
Las caras acompañadas por traje, corbata y demás indumentaria propia de ejecutivos o de personas desempeñando empleos de alto nivel económico fueron más propensas a ser vistas como de raza blanca, mientras que las caras acompañadas por un mono de trabajo, o indumentaria de conserje, portero u otros empleos de bajo nivel económico fueron más propensas a ser vistas como de raza negra.
El estudio muestra cómo la percepción y clasificación de un rostro siempre es un compromiso entre los indicios visuales que captan los ojos y otras cuestiones propias del observador como los estereotipos que tiene sobre las personas de otras etnias.
Los resultados de este estudio muestran uno de los posibles mecanismos a través de los cuales se sigue manifestando sutil e inconscientemente el racismo.
En los experimentos, los indicios del estatus social tuvieron su mayor influencia en las caras que eran más ambiguas racialmente, un hallazgo importante dado el notable crecimiento actual (y futuro, según todos los indicios) de la población multirracial o mestiza en Estados Unidos.
Resulta previsible que en otras naciones donde conviven etnias con tonos de piel no muy distintos pero diferencias sociales importantes entre una y otra, este fenómeno psicológico también se produzca.
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