Astronáutica
Exitoso segundo acoplamiento de la Shenzhou-8
El siguiente paso de la misión de acoplamiento entre las naves chinas Shenzhou-8 y Tiangong-1 se saldó con otro éxito. Los dos vehículos, sin tripulación a bordo, se comportaron como estaba previsto, y proporcionan la confianza necesaria para el próximo envío de astronautas a la pequeña estación orbital.
Después de varios días de unión con el complejo, la SZ-8 se separó de este último a las 11:27 UTC del 14 de noviembre. Lo hizo durante la fase diurna de la órbita, poco antes de la “puesta”, para demostrar que los sensores ópticos podían trabajar correctamente en este tipo de maniobras incluso en presencia de los rayos del sol. Por precaución, el primer acoplamiento se efectuó en la fase nocturna de la órbita.
Después de alejarse unos 120 metros, la SZ-8 volvió a activar su sistema de acercamiento automático y se aproximó al puerto de atraque (tras una pausa a unos 30 metros), con el que entró en contacto por segunda vez a las 11:53 UTC. Una vez asegurada la unión, los controladores chinos reanudaron la operación normal del conjunto.
Los ingenieros han demostrado que su nave puede unirse y separarse de la estación espacial de forma automática, y hacerlo en diversas circunstancias de iluminación. Eso permitirá llegadas y partidas en una mayor variedad de momentos y otorgará flexibilidad al sistema.
La SZ-8 volverá a separarse en breve, y retornará a la Tierra el 17 de noviembre. La Tiangong-1 seguirá funcionando en solitario en órbita, a la espera de sus primeros ocupantes humanos, que volarán el año próximo.