Ingeniería
Nuevos fotodetectores orgánicos y miniaturizados que absorben luz más allá del rango visible
Un estudio liderado por la Technische Universität Dresden, en el que ha participado el grupo del Dr. Mariano Campoy - Quiles del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB - CSIC), consigue desarrollar fotodetectores orgánicos que detectan la luz por debajo de su banda de absorción, con una alta eficiencia, de un modo ajustable y con una longitud de onda muy precisa del espectro electromagnético.
La capa activa de los fotodetectores está formada por dos tipos de moléculas orgánicas que actúan simultáneamente, intercambiándose la carga eléctrica entre ellas. La absorción de la luz por estas moléculas, aunque es muy débil, puede darse en un amplio rango del espectro electromagnético, desde el UV hasta el infrarrojo.
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Para ajustar la longitud de onda absorbida sólo hay que cambiar el grosor de la cavidad óptica. Si la absorción fuera muy intensa o muy amplia, no se podría cambiar con tanta precisión la frecuencia absorbida deseada.
Los detectores comerciales actuales inorgánicos usan la absorción entre las bandas de energía, y los orgánicos usan la absorción de una sola molécula, y por ello son más difíciles de sintetizar, ocupan mucho más volumen, y no pueden ajustarse a diferentes longitudes de onda. Gracias a este estudio, se consigue un fotodetector que no depende de la estructura química de las moléculas en sí, sino de la interacción entre las dos especies, y que se puede modular en función de la geometría del dispositivo.
Una posible aplicación de estos fotodetectores, y que aparece en el artículo, es un espectrofotómetro UV-Vis en miniatura, usado como un detector portátil. Con un dispositivo de unos pocos centímetros de
largo, se consigue el mismo objetivo que un espectrofotómetro UV-Vis actual. Otros usos potenciales serían en el campo de la electrónica integrada, en aplicaciones lab-on-a-chip, en colorimetría, o en sensores térmicos, donde se requieren dispositivos mucho más pequeños y más portables que los actuales.
El estudio, financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC) y por el proyecto Severo Ochoa del ICMAB, ha sido realizado por investigadores del ICMAB en colaboración con el Dresden Integrated Center for Applied Physics and Photonic Materiales (IAPP) y el Institute for Applied Physics de la Technische Universität Dresden (Alemania) y con el Beijing National Laboratory for Molecular Sciences (China). (Fuente: ICMAB/CSIC)



