Paleontología
Extinción masiva sin apenas señales delatadoras previas
La extinción masiva más grave de la historia de la Tierra, la de finales del periodo Pérmico, ocurrió sin apenas señales previas de advertencia, según los resultados de un nuevo estudio.
Esa extinción, que tuvo lugar hace 251,9 millones de años, exterminó a más del 96 por ciento de las especies marinas del planeta y a más del 70 por ciento de la vida terrestre, una aniquilación global que marcó el final del periodo Pérmico.
El nuevo estudio, realizado por el equipo internacional de Jahandar Ramezani y Samuel Bowring, ambos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, indica que no existe evidencia geológica alguna de que durante los aproximadamente 30.000 años previos a la extinción de finales del Pérmico las especies empezaran a desaparecer. Los investigadores tampoco hallaron señales de oscilación alguna en la temperatura oceánica o flujos peligrosos de dióxido de carbono en la atmósfera. Cuando desaparecieron las especies marinas y terrestres, no solo lo hicieron en masa sino también a lo largo de un periodo que fue instantáneo desde el punto de vista geológico.
Por ahora, se desconoce el motivo de que no existieran pulsos de extinción iniciales ni otras señales de alarma temprana acerca de ella.

Sam Bowring (izquierda) y Doug Erwin (del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano) en ruta hacia la sección de Penglaitan. (Foto: Shuzhong Shen)
Para la investigación ha sido decisivo el trabajo en la zona conocida como "sección de Penglaitan", situada en el sur de China. Dicha sección cuenta con 27 metros de sedimentos depositados justo antes de que se produjera el evento de extinción principal.
La sección de Penglaitan forma parte de la cuenca oceánica primitiva que estaba más próxima al continente, y por eso aquí es factible encontrar arrecifes de coral y mucha más sedimentación derivada de la actividad biológica.
Los investigadores recogieron y analizaron minuciosamente muestras procedentes de múltiples capas de la sección de Penglaitan, incluyendo algunas de los lechos de ceniza que fue depositada por la actividad volcánica que sucedía a medida que el cercano fondo marino era aplastado lentamente bajo la corteza continental. Estos lechos de ceniza contienen circones, diminutos granos minerales que poseen uranio y plomo, cuya proporción pueden medir los investigadores para determinar la edad del circón.
Ramezani y sus colegas usaron esta técnica de geocronología para determinar con una alta precisión la edad de múltiples lechos de ceniza a lo largo y ancho de la sección de Penglaitan. A partir de su análisis, pudieron determinar que la extinción de finales del Pérmico sucedió de forma súbita.



