Arqueología
La elaboración más antigua conocida de queso en la región mediterránea
Unos ácidos grasos detectados en trozos de cerámica procedentes de yacimientos arqueológicos croatas contienen evidencias de la producción más antigua conocida de queso en la región mediterránea. Así se ha determinado en una investigación llevada a cabo por un equipo internacional integrado, entre otros, por Sarah McClure, de la Universidad Estatal de Pensilvania, y Andrew M.T. Moore, del Instituto Tecnológico de Rochester, ambas entidades en Estados Unidos.
Muchos arqueólogos han vinculado el acceso a la leche y al queso con la expansión de la agricultura a través de Europa desde hace unos 9.000 años. Pero las evidencias relacionadas con la producción de queso en el Mediterráneo se remontaban solo, hasta ahora, hasta el principio de la edad del Bronce, hace alrededor de 5.000 años.
En el nuevo estudio, McClure y sus colegas analizaron isótopos de carbono de ácidos grasos conservados en trozos de cerámica de dos poblados neolíticos de Croacia en la costa de Dalmacia del mar Adriático, y encontraron evidencias directas de una producción mucho más antigua de queso.
Los dos poblados estuvieron ocupados entre el 6000 y el 4800 a.C., y conservan varios tipos de cerámica correspondientes a ese periodo. El análisis halló evidencias de leche, así como de carne y pescado, a lo largo de este intervalo, y evidencias de queso a partir del 5200 a.C. Todo apunta a que los residentes en estos poblados usaron tipos específicos de cerámica para la producción de los diferentes alimentos, siendo el residuo de queso el más común en ritones y tamices.

Uno de los yacimientos arqueológicos croatas en los que se ha basado la nueva investigación. (Foto: Andrew M.T. Moore)
Estos datos indican que el queso ya estaba establecido como un alimento de consumo habitual en la región mediterránea hace unos 7.200 años. El queso y los productos lácteos fermentados en general, al ser fácilmente almacenables y con un contenido de lactosa relativamente bajo, habrían sido una fuente importante de nutrición para individuos de todas las edades en las poblaciones agrícolas primitivas. Los autores del nuevo estudio creen que la elaboración de queso y la tecnología cerámica asociada fueron factores esenciales para ayudar a la expansión de los primeros agricultores hacia el norte y el centro de Europa.


