Ingeniería
¿Qué ventajas genera a una empresa recurrir a la metodología lean manufacturing?
Analizamos los principales beneficios de esta filosofía que se extiende más y más por el sector profesional.
El deseo de mejorar el rendimiento de una empresa es siempre el principal objetivo de sus responsables. Muchas filosofías y metodologías se han ido sucediendo a lo largo de los años con el fin de hacer que, poco a poco, las condiciones de los trabajadores sean mejores y, a la vez, la calidad del producto aumente para conseguir también una mayor satisfacción de los consumidores.

En la actualidad, el nombre que más está sonando en todas las plantas de producción es el lean manufacturing. Esta metodología, que explican muy a fondo en leanmanufacturing10.com, trae consigo una serie de importantes cambios a cualquier empresa que decida implantarla. Revoluciona por completo la mentalidad empresarial, planteando una total persecución de la calidad y la erradicación de lo superfluo para centrarse en la mejora del rendimiento, y lo consigue.
Pero, ¿qué ventajas reales trae consigo poner en marcha este sistema? De eso vamos a hablar en profundidad a continuación, repasando los principales efectos de este sistema y lo que una compañía puede conseguir si lo usa adecuadamente.
Los cuatro beneficios clave del lean manufacturing
El lean manufacturing, aunque no es una solución milagrosa, es capaz de traer numerosas ventajas a las empresas que se animan a ponerlo en práctica en su interior. Vamos a echar un vistazo a las cuatro principales bondades de este sistema.
Mayor satisfacción de los clientes
Uno de los grandes logros del lean manufacturing es que trae consigo una satisfacción de la clientela mucho mayor. Los productos se entregan en menor tiempo, su calidad es más elevada y, si se acompasan los márgenes para mantener el mismo nivel de beneficio, el precio que se debe pagar por el producto será más reducido.
Todo esto se entrelaza y forma una gigantesca bola de nieve que da de lleno en el consumidor. Ahora tiene acceso a algo que es mucho mejor, que no requiere tantas esperas y que, para colmo, puede ser incluso más barato si la empresa se lo propone.
Aumento de la productividad
Otro de los objetivos que persigue esta filosofía es hacer que la productividad sea mucho más eficiente y, por tanto, la productividad aumente de forma considerable. Se trabaja mejor, evitando todo aquello redundante y superfluo, por lo que se consigue que se produzca más con una inversión menor. Todos los procesos funcionan a pleno rendimiento y al mismo compás, consiguiendo la ansiada sinergia en la producción.
Este aumento de la productividad es algo que beneficia sobre todo a la empresa. Puede conseguir más beneficios gracias a ello, pero también puede hacer que los trabajadores se sientan más realizados y aprovechen mejor su tiempo de trabajo. Es toda una cadena donde todos los eslabones mejoran y ganan.
Reducción de costes y de tiempo
Una de las bases del lean manufacturing es eliminar todo aquello que no aporte algo de interés al consumidor final. Debido a esto, se erradican por completo todo lo que no sea realmente útil y no consiga dar algo adicional al producto o servicio final. Esto, a su vez, hace que se supriman pasos innecesarios o que simplemente no lograban aportar algo importante para el negocio.
De esta forma, los costes descienden, como también el tiempo de todo el proceso de producción. Al restar pasos intermedios, se restan segundos, minutos e incluso horas que pueden aprovecharse mejor en otros puntos o simplemente aumentar el volumen de producción sin perder ni un ápice de calidad; al revés, mejorándola.
Menos desperdicios y desperfectos
A consecuencia de lo anterior, hay menos desperdicios de los que deshacerse cuando termina la jornada. Dado que se quita todo lo innecesario, se evita que luego haya que acabar con ello (volviendo a ahorrar tiempo). Otra consecuencia de esto es que se reduce la aparición de desperfectos en los productos.
Al mejorar la organización de todo el espacio de trabajo y pulir el funcionamiento de la cadena de producción, se implementan una serie de mejoras a nivel logísticos que acaban haciendo que el producto se trate con mayor cuidado y que, además, tenga menos riesgo de sufrir daños.
Son muchos más los beneficios que consigue generar esta metodología una vez se implanta en una empresa. Todas las organizaciones que han acudido a sus principios, los han estudiado, dominado y aplicado correctamente, son testigos de lo que es capaz de conseguir.
Si tienes una empresa y te estás planteando un cambio de aires para coger de nuevo el timón y dejar de ir a la deriva, esperamos que todo esto te haya servido de algo y que termines de decidirte. El lean manufacturing se está extendiendo a un ritmo endiablado, y las razones han quedado más que claras.



