Climatología
El calentamiento global adicional y súbito que podría surgir de los hidratos de metano
La liberación, hace 56 millones de años, de cantidades masivas de carbono a partir de hidratos de metano congelados bajo el lecho marino, se ha barajado como posible causa del cambio climático global más grande ocurrido desde que el asteroide que presumiblemente exterminó a los dinosaurios colisionó contra nuestro planeta unos 9 millones de años antes.
Ahora, nuevos cálculos respaldan esa idea de que los hidratos de metano tuvieron la culpa del brusco calentamiento global sufrido por la Tierra hace 56 millones de años.
Nadie sabe a ciencia cierta qué fue lo que hizo que comenzase el calentamiento, pero no hay duda alguna de que la temperatura se elevó hasta en 6 grados centígrados. Ese proceso afectó al planeta durante 150.000 años, hasta que el exceso de carbono en los océanos y en la atmósfera fue reabsorbido en los sedimentos.
El ecosistema terrestre cambió radicalmente, y muchas especies se extinguieron, durante el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (MTPE, o PETM por sus siglas en inglés) hace 56 millones de años, cuando por lo menos 2.500 gigatoneladas de carbono, en forma de dióxido de carbono, fueran liberadas hacia el océano y la atmósfera. (Una gigatonelada equivale a mil millones de toneladas).
Algunos estudiosos del MTPE culpan de esta catástrofe a la combustión a gran escala de turberas, a una colosal actividad volcánica, o al impacto de un asteroide gigantesco. Pero Gerald Dickens, de la Universidad Rice en Estados Unidos, y coautor de la investigación, argumenta que no hay vestigios convincentes de ningún cráter, ni de hollín ni de evidencia de la combustión a gran escala de las turberas. Él piensa que el nuevo estudio respalda la hipótesis de que el causante de aquel tremendo calentamiento global fueron los hidratos de metano.
Aunque el suceso que inició el ciclo de emisión de carbono continúa siendo un misterio, las implicaciones de las conclusiones del estudio son claras. "Siempre he pensado en la capa de hidratos de metano como si fuera un condensador en un circuito", comenta Dickens. "Se carga despacio, pero puede soltar su carga con gran rapidez, y el calentamiento es el percutor. Es posible que ya esté ocurriendo lo mismo justo en este momento".
El nuevo estudio sugiere que en aquella época, esos hidratos de metano eran tan abundantes como lo son hoy.
Todo esto hace que sea muy importarte averiguar qué ocurrió exactamente en el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno. La cantidad de carbono que se emitió en aquel entonces es de la misma magnitud que la que se teme que los humanos habremos agregado al ciclo para el año 2500 aproximadamente. Puede parecer mucho tiempo, pero en comparación con las escalas de tiempo geológico, eso es casi instantáneo. Consideremos que las consecuencias pueden durar siglos y hasta milenios.
Pero, por si eso no fuera lo bastante preocupante, hay que agregar otro factor inquietante en este sombrío escenario: La quema de combustibles fósiles por los humanos podría activar otro mecanismo de realimentación natural que algún día no muy lejano afectase a la estabilidad de los hidratos de metano bajo el lecho oceánico y también en el permafrost. El calentamiento global inicial podría caldear lo suficiente el planeta como para provocar la emisión de grandes cantidades del metano hoy aprisionado.
La emisión de este gas, cuyo efecto invernadero es más potente que el del propio dióxido de carbono, acarrearía a su vez un aumento aún más grande de las temperaturas.
Además de Dickens, en la investigación también han trabajado Guangsheng Gu, Walter Chapman, George Hirasaki y Gaurav Bhatnagar, todos de la Universidad Rice; así como Frederick Colwell de la Universidad Estatal de Oregón, ambas instituciones en Estados Unidos.