Astrofísica
Más detecciones de un tipo enigmático de emisión de ondas de radio procedentes del cosmos
Las ráfagas rápidas de ondas de radio (FRBs, por sus siglas en inglés) han desconcertado a los científicos desde que se detectó la primera de ellas hace un decenio. Se trata de misteriosos "fogonazos" ultrabreves, de apenas unas milésimas de segundo, que llegan de todas direcciones del cielo y que no parecen encajar con ningún fenómeno astrofísico conocido. La comunidad científica no sabe lo que los causa pero sí está claro que en ellos intervienen cantidades increíbles de energía.
El equipo integrado, entre otros, por Ryan Shannon, de la Universidad Swinburne de Tecnología, y Jean-Pierre Macquart, de la Universidad Curtin, ambas entidades en Australia, ha descubierto durante una investigación numerosas ráfagas rápidas de ondas de radio, aumentando a casi el doble la cantidad de las descubiertas desde la primera.
Para su trabajo de observación y análisis, Shannon y sus colegas han empleado un radiotelescopio que la CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation) tiene ubicado en Australia occidental.
Entre los hallazgos que han hecho, destacan asimismo los de los fogonazos ultrabreves de ondas de radio con el mayor brillo y emitidos desde más cerca que cualquier otro previo.
Radiotelescopios en Australia, con la Vía Láctea en el cielo. (Foto: Alex Cherney / CSIRO)
La primera ráfaga rápida de ondas de radio detectada llegó a la Tierra en 2001, pero fue en 2007 cuando se la descubrió al reanalizar datos de observaciones hechas por un radiotelescopio desde Australia. Antes de que se detectasen otros del mismo tipo, a ese radiofogonazo se le llamó el "Estallido de Lorimer", por el nombre del científico que dirigió la investigación en la que se hizo el hallazgo, Duncan Lorimer, de la Universidad de Virginia Occidental en Estados Unidos.