Astronomía
Dos nubes de polvo muy cerca de la Tierra
Unos físicos y astrónomos húngaros parece que han confirmado la existencia de dos esquivas nubes de polvo, en puntos semiestables a 400.000 km de la Tierra, una distancia comparable a la que separa la Luna de nuestro planeta. Las nubes, presentadas por primera vez por el astrónomo polaco Kazimierz Kordylewski en 1961, de quien recibieron su nombre, tienen un brillo casi nulo, así que su existencia ha estado envuelta en la controversia desde siempre.
El sistema Tierra-Luna tiene cinco puntos de estabilidad donde las fuerzas gravitatorias mantienen la posición relativa de cualquier objeto que se halle en ellos. Dos de estos llamados puntos de Lagrange, L4 y L5, forman un triángulo equilátero con la Tierra y la Luna, y se mueven alrededor de nuestro planeta como la Luna se mueve a lo largo de su órbita.
L4 y L5 no son completamente estables, dado que sufren perturbaciones provocadas por el tirón gravitatorio del Sol. De todos modos, se cree que son ubicaciones donde se podría acumular polvo interplanetario, al menos temporalmente. Kordylewski observó dos cúmulos cercanos de polvo en L5 en 1961, habiéndose presentado otros informes al respecto desde entonces, pero su visibilidad tan precaria los hace difíciles de detectar y muchos científicos dudaron de su existencia.
El equipo de Gábor Horváth y Judit Slíz-Balogh, de la Universidad Eötvös Loránd en Hungría, preparó un modelo digital de las nubes de Kordylewski para averiguar cómo se forman y cómo podrían ser detectadas. Los investigadores estaban interesados en deducir cuál sería su apariencia al usar para observarlas filtros polarizados, los cuales transmiten luz con una dirección concreta de oscilación y son parecidos a los que se encuentran en algunos tipos de gafas de sol. La luz dispersa o reflejada está siempre más o menos polarizada, dependiendo del ángulo de dispersión o reflexión.
Ilustración de la nube de Kordylewski en el cielo nocturno en el momento de las observaciones. El brillo de la nube se ha exagerado en la imagen a fin de mejorar su visibilidad. (Ilustración: G. Horváth)
A continuación, los autores del estudio se lanzaron a encontrar las nubes de polvo. Usando un sistema de filtros de polarización lineal unido a una lente de cámara y a un detector CCD en un observatorio privado en Hungría, los científicos obtuvieron exposiciones fotográficas de la presunta ubicación de una nube de Kordylewski en el punto L5.
Las imágenes que obtuvieron muestran la luz polarizada reflejada desde el polvo, extendiéndose muy al exterior del campo de visión de la lente de la cámara. El patrón observado coincide con las predicciones hechas por el mismo grupo de investigadores en un estudio anterior y concuerda con las observaciones previas de las nubes de Kordylewski hechas hace seis décadas. El grupo de Horváth consiguió demostrar además que lo mostrado en las imágenes no se debe a una distorsión engañosa provocada por el propio sistema de captación de imágenes ni es el resultado de otros efectos, de tal modo que la única explicación es la presencia de la nube de polvo.
Futuras investigaciones estarán dedicadas a examinar L4 y L5, así como las nubes de Kordylewski asociadas, para averiguar cuán estables son realmente, y si su polvo presenta algún tipo de amenaza tanto a futuros astronautas como a naves y equipamiento asociado.