Las propiedades eléctricas de las dendritas, factor esencial en la inteligencia humana

Una investigación reciente indica que las neuronas en el cerebro humano transportan señales eléctricas de un modo distinto a como lo hacen las del cerebro de rata.

 

Las neuronas en el cerebro humano reciben señales eléctricas de miles de otras células, y unas extensiones neurales largas llamadas dendritas desempeñan un papel esencial a la hora de incorporar toda esa información para que las células puedan reaccionar de manera apropiada.

 

Usando muestras de tejido de cerebro humano difíciles de conseguir, el equipo de Mark Harnett, Lou Beaulieu-Laroche y Sydney Cash, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en la ciudad estadounidense de Cambridge, ha descubierto ahora que las dendritas humanas tienen propiedades eléctricas diferentes de aquellas de las dendritas de otras especies. Su análisis revela que las señales eléctricas se debilitan más a medida que fluyen a lo largo de las dendritas humanas, lo que resulta en un mayor grado de compartimentación eléctrica, es decir, que secciones pequeñas de las dendritas pueden comportarse de forma independiente del resto de la neurona.

 

Los autores del estudio creen que estas diferencias podrían estar relacionadas con la mayor inteligencia humana.

 

 

Los neurocientíficos del MIT han registrado para su investigación la actividad eléctrica de las dendritas de neuronas humanas. (Imagen: Lou Beaulieu-Laroche y Mark Harnett)

 

Harnett reitera que los humanos somos más inteligentes que los demás animales no solo porque tenemos más neuronas y una corteza cerebral mayor, sino también porque nuestras neuronas se comportan de forma diferente a las de los demás animales.

 

Podemos imaginarnos a las dendritas como el equivalente a los transistores en un ordenador, llevando a cabo operaciones sencillas a través de señales eléctricas. Las dendritas reciben señales desde muchas otras neuronas, y transportan esas señales hasta el cuerpo celular. Si se la estimula lo bastante, una neurona dispara un potencial de acción, un impulso eléctrico que después estimula a otras neuronas. Grandes redes de estas neuronas se comunican entre sí para generar pensamientos y el propio comportamiento del sujeto.

 

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